La Scudería echa a Luca Marmorini, jefe de motores desde 2009, en sustitución provisional de Lorenzo Sassi tras el fiasco de la power unit del equipo esta temporada.
Marco Mattiaci continúa con la reestructuración del equipo Ferrari desde dentro y esta vez ha sido el turno de Luca Marmorini, máximo responsable de motores y será sustituido provisionalmente por Lorenzo Sassi. El sustituto de Marmorini que ya ha estado trabajando en los cambios que requiere la unidad de potencia de Ferrari para 2015 junto con Paolo Martinelli, el anterior responsable hasta 2009.
El fiasco de la power unit de los monoplazas de este año han provocado tal decisión, ya que el V6 no es suficientemente potente y prefieren empezar la temporada venidera con un cambio radical en la concepción del elemento más importante, como se ha visto en Mercedes.
Revolución
Según se ha comentado recientemente, Ferrari ha fichado a 10 nuevos ingenieros para reforzar todos los departamentos, algunos llegados desde Mercedes. El conocimiento que se puede tener, tras un año de observación, de los secretos del actual dominador del Mundial, seguramente alcanza ya un nivel muy importante.
Uno de los principales problemas a los que se enfrentan Ferrari, y también Renault es que el nuevo motor no se puede instalar en un coche de este año o de temporadas anteriores para probar en pista. La congelación del motor se suspenderá cuando acabe la temporada (finales de noviembre) y se volverá a activar cuando acaben los test previos al primer gran premio de 2015.
Los principales retos de Ferrari para la temporada que viene serán solucionar los problemas con el tamaño del turbo y la peculiar forma en que los gases de los escapes llegan a la turbina, probablemente producida, por tener varias entradas y no sólo una única a la turbina. En Maranello ya están trabajando un nuevo turbo, con el MGU-H incluido. Por otra parte, una de las grandes ventajas del motor Mercedes es la sincronización entre el motor principal y el sistema de recuperación de energía cinética (ERS), algo en lo que también ya trabajan en la fábrica italiana.
La imposibilidad de cotejar los datos del banco con la realidad les enfrenta de nuevo a un desafío que no tendrá marcha atrás si, como este año, no dan en el clavo. Para la próxima temporada se permiten cambiar un 80% de los componentes, pero en 2016 serán muchos menos.
Foto: Ferrari