El Grupo Estratégico de la Fórmula 1 ha rechazado la posibilidad de introducir a partir de 2017 un motor “barato” independiente por sólo 6-7 millones de euros para las escuderías que no cuentan ahora con motor propio.
Los actuales motorizadores de la Fórmula 1 (Ferrari, Mercedes, Renault y Honda) han vetado esta entrada que pondría a disposición de las escuderías pequeñas un motor biturbo de 2.5 litros como alternativa a los actuales y carísimos híbridos. De esta forma, supondría un gran ahorro para los equipos con problema económicos.
La FIA es consciente de las dificultades por las que pasa la competición y pasar de 30 millones, que es lo que cuesta un motor híbrido, a sólo 6-7 millones sería un gran desahogo pero los motoristas actuales se niegan.
Los grandes equipos consideran que sería una F1 “a dos velocidades” y les sería más complicado atraer a patrocinadores. Incluso, para frenar la llegada de los motores independientes, han llegado a ofrecer motores ‘cliente’ de tecnología híbrida casi a mitad de precio, 16 millones de euros por temporada.
Ellos consideran que han realizado una enorme inversión en la nueva tecnología híbrida (se habla de 250 millones en el caso de Mercedes en el primer año, 2014) y la misma FIA que los obligó (y casi arruinó al resto) ahora pretende introducir motores convencionales e idear un reglamento que los iguale de forma artificial en la pista.
Por otro lado, los equipos que no fabrican motores, como Williams, Red Bull, Toro Rosso y Force India, serían los principales beneficiados con la llegada de los motores baratos, pero Ferrari y Mercedes, fundamentalmente, se resisten a perder clientes.
Además, hay equipos con más problemas como Sauber y Manor, que han pedido un anticipo sobre los derechos comerciales de 2015 (que se cobran una vez iniciada la temporada siguiente) para poder concluir el año y producir el coche de 2016. Lotus también lo ha perdido y además ha conseguido que PDVSA les anticipe el patrocinio del próximo año.
No está descartado que el Consejo Mundial de la FIA acabe imponiendo la medida apelando a circunstancias extraordinarias.
Tres posibles suministradores
Como suministradores se habían presentado tres marcas: AER, Illmor y Mecachrome. AER tiene un motor que se adapta bastante bien, un V6 2.5 biturbo que se monta en el Rebellion, un coche suizo que disputa Le Mans y que ya tiene el consumo limitado. Illmor, de Mario Illien, realiza los motores Indy de Honda, un 2.2 V6 turbo.
Mecachrome trabaja para Renault. De hecho el V10 Mecachrome de antaño era un Renault rebautizado, cuando la marca francesa se tomó un año sabático y en 2014 se ocupa de revistar los motores Renault F1 de dos de los cuatro equipos que los usaban. Está realizando un V6 de 3.4 litros atmosférico para la GP3 de 2017 y una versión turbo para la GP2.
Y por último, Cosworth se ha retirado de la puja al considerar que no le resultaría rentable.
FOTO: FERRARI