Después de un invierno con grandes incertidumbres para saber en qué lugar está cada equipo, por fin llega el fuego real con el Gran Premio de Australia. Mercedes y Ferrari parten como escuderías favoritas para esta cita, por los resultados de la temporada pasada, pero ya sabemos que en la primera prueba del Mundial de F1 todo puede pasar.
A tenor de lo visto en los últimos mundiales y del secretismo que ha tenido Mercedes en invierno a la hora de mostrar el potencial de su nuevo monoplaza, parece claro que siguen un escalón por delante del resto de escuderías. Eso sí, como dato a tener en cuenta, Vettel ganó en Australia el año pasado y no sabemos si este año Ferrari será capaz de empezar tan fuerte como la temporada pasada.
Incluso, si nos atenemos al final de 2017, es posible que Red Bull esté cerca o por delante de Ferrari. Este fin de semana lo sabremos.
Sin lugar a dudas, el puesto que ocupará Mclaren en la parrilla de este año es la gran incógnita de este primer gran premio. Parece que los de Woking han dado un paso adelante, después de las temporadas calamitosas con Honda, pero no es menos cierto que en pretemporada han tenido pequeños problemas que han lastrado sus test. Fernando Alonso ha confesado que espera estar entre los cinco primeros, ¿habrán sido capaces de superar, por ejemplo, a Force India en rendimiento?
Y, por último, y no menos importante, tenemos a un Carlos Sainz, en clara mejora de prestaciones y madurez personal, que busca ir dando pasos hacia adelante con un Renault que, a priori, debería estar luchando por los puntos cada fin de semana.
¡Esto empieza!
Williams: Sergei Sirotkin
Alfa Romero Sauber: Charles Leclerc
El GP de Australia cuenta con dos zonas de DRS. De esta forma, la primera zona de detección se sitúa antes de la curva 14 y la activación se podrá realizar a 762 metros de la curva número uno (recta de meta), mientras que la segunda zona de DRS se encontrará a 510 metros de la tercera curva del circuito. Lógicamente serán los puntos más importantes para intentar en adelantamiento.
El circuito Albert Park se caracteriza por tener poca adherencia y mucha carga aerodinámica, debido a que es semiurbano. Consta de grandes frenadas y esto genera un gran desgaste de los neumáticos.
Estas son las elecciones de los pilotos.
En 2008, Lewis Hamilton logró la victoria en una carrera donde sólo terminaron 7 coches (6 contando la descalificación de Rubens Barrichello), igualada con aquella de Indianápolis de 2005, dónde acabaron los 6 monoplazas que comenzaron aquel extraño Gran Premio de Estados Unidos.
Ningún australiano ha conseguido vencer en su casa en las 33 ediciones celebradas hasta la fecha.
El Gran Premio de Australia se lleva celebrando desde 1985 como parte del Mundial de F1, entonces desde el circuito de Adelaida, hasta su traslado en 1996 a Albert Park. Esta será su 34ª edición y el piloto con más victorias es Michael Schumacher con cuatro, seguido de Button con tres.
Albert Park, situado en los suburbios de Melbourne, acogerá el trigésimo cuarto Gran Premio de Australia. El trazado se corre en el sentido de las agujas del reloj alrededor de un lago y tiene una velocidad media relativamente baja, debido a que predominan las curvas en segunda y tercera marcha.
Para empezar, como se trata del único fin de semana de competición al año en el circuito, el asfalto, es bastante resbaladizo. Las condiciones mejoran a medida que los compuestos blandos y medios de neumáticos Pirelli dejan marcas en el trazado, por lo que los niveles de agarre normalmente se estabilizan al final de la jornada de entrenamientos del viernes.
Circuito: Albert Park
Ubicación: Melbourne, Australia
Longitud: 5.303 Kms
Nº de Vueltas/Distancia: 58 (307.574 Kms)
Carga Aerodinámica: Alta
Desgaste de los Neumáticos: Alto
Récord vuelta rápida: 1:24.125 (Michael Schumacher, Ferrari, 2004)