Éric Boullier, jefe de equipo de McLaren, deja su cargo después de que Zak Brown, presidente ejecutivo de la marca, haya aceptado su dimisión. Los continuos fracasos de la escudería británica, tanto con Honda como Renault, han sido claves para que tomara esta decisión.
"El rendimiento del MCL33 en 2018 no ha cumplido las expectativas de nadie en McLaren. Las causas son sistémicas y estructurales y requieren un gran cambio desde dentro", asegura Brown en un comunicado.
El equipo de Woking cambia su organigrama y Simon Roberts supervisará la fabricación, ingeniería y logística, Andrea Stella se convierte en el nuevo director de rendimiento y responsable de las operaciones en pista y Gil de Ferran ocupará el cargo de director deportivo.
Boullier aprovechó para desear a McLaren "lo mejor para el resto de la temporada y para el futuro" y se mostró "muy orgulloso de haber trabajado con un equipo tan brillante los últimos cuatro años".