viernes, 29 de marzo de 2024

Volkswagen Scirocco R

Pruebas  |  11 agosto 2015 14:52

Volkswagen nunca se ha desmarcado de una clara vocación deportiva. Históricamente guarda modelos que por sí mismos han pasado a la historia. Pero, sin duda, es en estos últimos años cuando parece haber encontrado en esa vía la forma de canalizar toda su pasión por un mundo ‘racing’. Sus modelos R llegan apoyados en los modelos convencionales pero, al contrario de ellos, se presentan sumamente vitaminados. Uno de los últimos en haber visto la luz es el Scirocco, de por sí deportivo por los cuatro costados pero, en modo ‘R’, se transforma en un vehículo tremendamente agresivo, principalmente en la cuestión dinámica.

 

¿Lobo con piel de cordero?

Como indicábamos pocas líneas más arriba, el Scirocco convencional ya nos muestra una estampa deportiva. Lo es desde que Volkswagen recuperó este particular icono hace menos de diez años, recuperando aquel nombre que unas décadas antes había causado furor.

 

Tan sutiles como contundentes son los detalles que dan forma a esta exclusiva versión ‘R’. Los paragolpes son exclusivos, destacando el anterior por sus tres amplias entradas de aire y el posterior por dar cobijo a dos salidas de escape fácilmente apreciables. El logo ‘R’ lo encontramos en la diminuta y característica parrilla delantera, que se apoya en las rasgadas ópticas de esta vista, las cuales presumen de tecnología Led. Además de unas taloneras laterales propias de la versión ‘R’, cuenta opcionalmente con llantas de 19 pulgadas y un ala posterior levemente prolongada pero, en definitiva, encontramos una carrocería fácilmente identificable con el modelo convencional.

 

Es por ello que aquello de ‘lobo con piel de cordero’ puede irle como anillo al dedo. Y es que donde el Scirocco se vuelve más ‘R’ es, en todos los sentidos, en su interior. Un detalle a tener en cuenta si al lector lo que le place es vivir en ese lugar intermedio entre ser un conductor ‘racing’ o, por el contrario, vivir cerca de lo que siente un piloto de carreras.

 

Cuestión de acomodarse

Y sí. Acceder al Scirocco R tiene alguna similitud con un coche de competición. Los asientos tipo bacquet nos sujetan a las mil maravillas, pero requiere –en el caso del puesto de conducción- de una cierta agilidad para acomodarnos. Sin duda, hasta en este detalle podemos empezar a creernos que encarnamos a un piloto de carreras.

 

Ambos asientos delanteros bien podrían ser homologados por la Federación Internacional de Automovilismo, y es que además dispone de los orificios propios para los arneses de competición. El volante, regulable en altura y profundidad, vuelve a tener su base plana, algo que como hemos comentado con anterioridad puede ir bien ‘en pista’ y no tanto en carretera de montaña.

 

La información llega al conductor mediante un panel de instrumentos de distribución clásica y perfectamente legible. Esto quiere decir que encontramos dos esferas, la izquierda para el cuentarrevoluciones y la derecha para el tacómetro, dejando en el centro el display común en los modelos del Grupo. Para esta versión ‘R’ se ha decidido ampliar la información necesaria para el conductor, especialmente con un testigo que nos indica la temperatura del aceite y otro la presión del turbo. Una lástima que su ubicación haya ido a parar a la parte central-superior del salpicadero –donde la lectura no es tan fácil desde el puesto del conductor- en lugar de contar con un panel de instrumentos exclusivo del modelo con todos estos elementos integrados. La versión, lo merece.

 

Flash Volkswagen Scirocco R

 ¿Calle o competición? 
Las prestaciones del Scirocco R nos permite realizar esta pregunta. Con 280 CV y cambio DSG, es todo un 'juguete'.
 Detalles 'racing' 
El diseño exterior lo identifica con el modelo convencional.La versión 'R' adopta unos paragolpes específicos.
 Llantas de 19" 
De manera opcional se puede optar por llantas en esta medida. A través de ellas se aprecia el potente equipo de frenado.
 Puesta en marcha 
El motor comienza a girar después de dos pulsaciones a este botón. El primer toque hace las veces de contacto.
 Asientos deportivos 
Quizá encontramos más detalles 'racing' en su interior que en su exterior. Uno de ellos son estos exclusivos asientos delanteros.
 Más información 
Esta versión 'R' añade información extra. Aquí podemos ver la temperatura del aceite y la presión del turbo, entre otros.

 

Hora de ponerlo en marcha

Al mismo tiempo que nos acomodamos y observamos cada mando del Volkswagen Scirocco R, sentimos al necesidad de accionar el contacto. No todos los días existe la posibilidad de probar un vehículo con los ingredientes de esta pieza exclusiva del fabricante alemán.

 

La puesta en marcha del motor se realiza a través de un botón de doble contacto. El primero de ellos nos permite hacer un uso similar al del primer paso de una llave convencional y, el segundo, tirar del arranque. Es en ese preciso instante cuando nos quitamos la máscara y agarramos el volante con las dos manos. El sonido es bronco sin llegar a ser estridente. Por esa combinación llegó a mi mente el Audi S3 que en MotorADiario.com probamos en 2014. Ambas unidades juegan con esa sensación ‘racing’ sin tener que dar el ‘cante’ allá por donde pase. A nuestro juicio, todo un acierto.

 

La unidad cedida por Volkswagen Canarias cuenta con el cambio opcional DSG de seis velocidades con levas en el volante. Es, a todas luces, el amigo perfecto para este motor 2.0 TSI de 280 CV de potencia.

 

Y arrancamos. De entrada su empuje es tremendamente brutal, ayudado por la nula pérdida de tracción. Alcanza los 100 km/h en 5,5 segundos –dos décimas menos que el cambio manual-, un espacio de tiempo en el que nuestra mente trata de adaptarse a la continua solicitud de cambios de marcha. Su par motor, de 350 Nm, se muestra entre las 2.500 y 5.000 rpm, lo que por un lado nos permite gozar de potencia en un amplio régimen de giro del motor y, por otro, ser plenamente efectivos en zonas reviradas. Este propulsor ha mejorado sus registros de consumo y emisiones. Con esta combinación de cambio automático se sitúa en 7,9 l/100 km y 185 g/km de emisiones de CO2.

 

Pero no sólo de su potencia iba a vivir el Scirocco R. Se ha tratado de rebajar el centro de gravedad para mejorar el aspecto dinámico. Su altura no llega a los 1.400 mm, una cifra que se apoya en una ancho de vías que, en ambos casos, se aproxima a los 1.600 mm. Con estos dos detalles, y una distancia entre ejes superior a los 2.500 mm, el Scirocco R resuelve la ecuación con una estabilidad de altísimo nivel. Además, todo el conjunto se apoya en una suspensión de duro tarado que nos permite sentir la mínima rugosidad del asfalto, al tiempo que se define como el aliado ideal para sacar –en la medida de lo posible- su quinta esencia.

 

Para que su efectividad y capacidad de tracción en curvas todavía sea más contundente, de serie cuenta con el diferencial electrónico XDS. Para concluir, adapta su equipo de frenos a razón de lo que se oculta bajo el capó. Los discos delanteros crecen hasta los 345 mm, mientras que los traseros alcanzan los 310 mm. Cuentan con ventilación interior y pinzas lacadas en negro brillante con el distintivo ‘R’.

 

Ficha unidad probada