A medida que el Dakar 2018 avanza hacia su final los participantes se adentran en Argentina previo paso por algunas de las jornadas más comprometidas por su orografía, por las elevadas temperaturas y, sobre todo, por el desgaste mecánico y físico de los participantes.
Algo así vivieron Carlos Sainz y Lucas Cruz en la décima jornada. “Estoy muy contento de pasar una etapa más”, reconocía el piloto español, un día que lo valoraba como muy complicado en cuanto “a navegación y con muchas trampas”.
“Ahora a pensar ya en la de mañana –por hoy- que también será muy difícil e importante pasarla”, refiriéndose a los 280 kilómetros cronometrados entre Belén y Chilecito, pasando previamente por el temido Fiambalá.
Sainz y Cruz cedieron algo más de 13 minutos a su compañero de equipo Peterhansel, que ya es segundo en la provisional. Los españoles cuentan con 50 minutos de ventaja, contando los 10 que les han quitado por la penalización, una renta sólida que invita a Sainz a tener las cosas claras: “no tengo ninguna intención de arriesgar nada”.