viernes, 29 de marzo de 2024

El automovilismo canario, ante su mayor desafío

Más Deporte  |  19 marzo 2020 12:43

Ante la actual crisis, lo primordial es recuperar la normalidad con el menor daño posible. Sin duda, el mundo en general se encuentra ante un momento crítico, histórico, en el que el deporte también juega su papel. Y lo hace a varios niveles: Olimpiadas, Eurocopa de fútbol, las grandes ligas… Mucho más cerca de nuestros intereses, el automovilismo regional también ha empezado a pagar sus primeras facturas al respecto.

 

Los primeros rallyes, subidas y slalom han comenzado a aplazarse. Muchos de ellos han elegido algunas fechas que, en la mayoría de los casos, han de ser hipotéticas. ¿La razón? No hay día fijado para el fin de esta crisis sanitaria, económica y social. En cualquier caso, los organizadores deben entender que la temporada 2020 apunta a que será muy diferente y, por ello, habrá que tomar medidas al respecto.

Por un lado, los participantes sufrirán en el tema de patrocinios, mientras que a los organizadores también les tocará pasar por algo similar, a lo que pueden sumar las ayudas institucionales, presumiblemente tocadas después de esta fase tan crítica.

Ante ello, la normativa deportiva tiene ser flexible. Debe ser flexible. Por poner un ejemplo, los rallyes van a solaparse más de lo que ya lo estaban. Por ello, las citas de carácter insular y provincial, convendría, que optimizasen su recorrido con el propósito de abaratar los costes de organización y de los propios participantes.

Como dato concreto, en varios rallyes de los años 80 y 90, las citas provinciales contaron con recorridos concentrados, muy concentrados, de apenas un grupo de seis o siete tramos en total y con un tiempo acumulado que, en muchos de los casos, rondaba la media hora, es decir, prácticamente la mitad de una prueba actual. De ese modo, los participantes economizarían en cuanto a la vida útil de sus materiales, como los neumáticos, el combustible… Así, ante el solapamiento de pruebas, los equipos podrían competir sin la necesidad de que se cancelen las citas principales.

 

Citas principales. Obviamente, será difícil que todas las pruebas aplazadas se puedan llevar a cabo, básicamente, porque los fines de semana disponibles serán contados con los dedos de una mano, siempre, en el mejor de los casos. Es más, habrá que hacerse a la idea de que los meses de agosto y diciembre sean útiles para la práctica deportiva. Siempre, teniendo en cuenta que la actual situación sea fruto del pasado.

 

Las federaciones, que tienen ahora una “papa caliente” aún más importante que la de la normativa 2020, deberán ejecutar un plan de acción. ¿Qué pruebas mantener y cuáles cancelar definitivamente? Para dar respuesta a esa pregunta habrá que esperar a la duración de la crisis, pero está claro que han de proponer un protocolo claro y conciso. Por ello surgen otras cuestiones: ¿Historia de la prueba? ¿Su rango deportivo? ¿Su balance de inscritos en las últimas ediciones? Sobra decir que, ante las dificultades económicas que se avecinan, alguna existirá que se caerá por su propio peso.

 

Definitivamente, la flexibilidad será clave para dar forma a una temporada incierta. Ya lo ha anunciado la Real Federación Española de Automovilismo: “será una temporada más corta”.

 

Pero ahora, lo primordial, es quedarse en casa, mantener la calma, y esperar a que termine esta crisis. Ya vendrán tiempos mejores, ya volverán las carreras que tanto amamos.