La colección ‘Grandes coches de rally’ de Altaya recala en otra pieza exclusiva por su valor simbólico: el Peugeot 205 T16 de 1986. Se trata de la recreación del Tour de Corse de aquel año, una máquina que Bruno Saby y Jean-François Fauchille llevaron a la victoria después de casi 12 horas de rallye. En cualquier caso, esa edición es recordada por el accidente de Henri Toivonen y Sergio Cresto, que se dejaron la vida al salirse de la carretera cuando eran líderes con su Lancia Delta S4.
El mundial llegaba a Córcega un año después del fallecimiento de Attilio Bettega y, sobre todo, después del terrible accidente de Joaquim Santos en el Rallye de Portugal. Los Grupo B estaban en tela de juicio y, después de lo sucedido con Toivonen-Cresto, quedaron sentenciados. Sin duda, el fugaz paso de la categoría por el WRC convierte a cada una de estas piezas en verdaderos iconos cuyo valor en el mercado crece y crece sin parar.
Aunque el dominio era abrumador por parte de Toivonen, aunque lo cierto es que empezó siendo de los Peugeot. Bruno Saby empezaba liderando después de su scratch en los casi 40 kilómetros de ‘Verghia-Pont de la Masina’. Salonen le respondía una especial después y lideraba el rallye después del tercer tramo.
En el cuarto tramo, ese fatídico número que se repite de manera incesante en el Tour de Corse de Toivonen-Cresto, la pareja del Lancia Delta S4 pasaba a comandar el Tour de Corse. Precisamente, para coincidencias, eso ocurría en ‘Zerubia-Sante Giulia’, donde un año antes decía adiós, para siempre, el italiano Bettega. Era la cuarta especial de aquel año y el italiano, como los del S4, lucía el número cuatro en sus puertas.
Ese primer día constaba de 11 especiales y 420 kilómetros de recorrido… sí, más de los que hoy tiene un rallye del mundial en su integridad. El finlandés y el italoamericano vencieron en ocho tramos y comandaban con firmeza un Tour de Corse extremadamente duro. El propio finlandés, que pasaba un proceso gripal, se quejaba de un recorrido bárbaro para unas máquinas que se encontraban al borde de los 500 CV de potencia.
Al día siguiente se produjo la tragedia. En ‘Corte-Taverna’, y cerca de las 15:00 h, el Delta S4 se salía de la carretera, se incendiaba, y sus ocupantes perecían pasto de las llamas. Era una etapa corta, apenas 180 kilómetros de recorrido cronometrado. La organización suspendía esa y las dos especiales restantes y Lancia-Martini, en señal de duelo, abandonaba la carrera. Como un año antes. Recordando un dolor que era de todos.
A partir de ahí el Peugeot 205 T16 de Saby dominó sin paliativos. Por delante tenía una última etapa aún más larga que la primera. Sobra decir que la última especial, ‘Liamone-Suaricchio’, contaba con más de 83 kilómetros cronometrados. El francés ganó todos los tramos de ese día, nueve, salvo el último al que hemos hecho mención.
La dureza que criticaba Toivonen queda confirmada con las casi 12 horas invertidas por los vencedores de la prueba, y eso sin tener en cuenta que no se celebraron cuatro tramos cronometrados.
El finlandés, a pesar de su accidente, ganó 12 especiales, las mismas que el vencedor final de la prueba. 1h07:19 fue lo que necesitó el Renault Maxi 5 Turbo del François Chatriot para imponerse en el último tramo. Otra especial superó la hora de duración, concretamente la de ‘Sainte Roch-Suaricchio’; se impuso Saby con 1h00:42. Los dos se disputaban el último día. El tramo más rápido fue el de ‘Petreto-Aullene’; era el tercero del rallye y allí Toivonen-Cresto rodaron a una media cercana a los 118 km/h.
El Peugeot 205 T16 se confirmó como el Grupo B más eficaz. Juha Kankkunen se llevó el mundial de pilotos –el primero de cuatro- y un año antes Timo Salonen había logrado el suyo. Vatanen, de no mediar su accidente en Argentina, también hubiese tenido mucho que decir.
Clasificación Tour de Corse 1986
1. Saby-Fauchille (Peugeot 205 T16), 11h52:44
2. Chatriot-Perin (Renault Maxi 5 Turbo), a 13:48
3. Loubet-Andrié (Alfa Romeo Alfetta GTV6), a 53:15
El modelo
Contemplar una máquina de esta época es un regalo para los ojos. No en vano de eso tratan también las miniaturas. A decir verdad, Altaya nos pone en bandeja una recreación prácticamente perfecta.
La característica carrocería de la segunda evolución del 205 T16 está muy bien definida. Desde el capó hasta los ensanchamientos de ambas aletas. Los aletines anteriores o el prominente alerón le confieren una estampa inequívoca. Las llantas propias de este modelo, que se apoyan en los neumáticos slicks de la época, son fieles al modelo original. En la zaga, la clásica salida de escape central remata una pieza que no puede faltar en tus vitrinas.
Al no contar con patrocinadores relacionados con el tabaco, la reproducción final del Peugeot 205 T16 de la colección ‘Grandes coches de rally’ de Altaya refleja a la perfección el modelo que Saby pilotó hace 31 años. Los números, con la añorada publicidad de ‘Infotec’, siguen los mismos pasos.
El Peugeot 205 T16 tiene una longitud de 212 mm de largo; su anchura es de 103 mm. En ambos casos esas cotas vienen dadas por los aletines situados en el paragolpes anterior. La altura es de 72 mm, el punto más alto al que llega el alerón posterior.
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