El Campeonato de Europa de Rallyes celebra en estas semanas su fase más dura de todo el curso. El Rallye Acrópolis y el Rallye de Chipre separados por apenas 15 días son una auténtica prueba de fuego, y no precisamente por las altas temperaturas.
Emma Falcón y Eduardo González serán el primer equipo canario que compita en tierras chipriotas, precisamente sobre unos tramos que Carlos Sainz y Luis Moya conquistaron a los mandos de un Ford Focus WRC en el año 2000 cuando la cita debutaba en el WRC.
Los canarios, que lograron acabar en Grecia y pasaron a liderar el Ladies Trophy, esperan completar una lectura similar que les aporte el mismo rédito. “Vamos a salir muy parecido a como salimos en Grecia. Aunque hay bastante asfalto y deberíamos ir algo más duros en reglajes de suspensión, prefiero sacrificar velocidad e ir más altos y cómodos en las zonas más rotas”, explica la piloto Citroën.
A diferencia de otras pruebas, este martes se ha celebrado la jornada de test. “No hemos podido rodar mucho, pero el set-up del coche es el correcto. Si después de los reconocimientos creemos que hay que adaptar detalles, lo haremos en el tramo de calificación”, añade Falcón, que también va a tener que adaptarse a la peculiaridad de reconocer los tramos conduciendo a la derecha. “Es mi primer rallye con superficies combinadas y también la primera vez que voy a hacer los reconocimientos con un coche con el volante a la derecha”, explica la canaria. Tras Azores, Canarias y Grecia, esta es su cuarta prueba del ERC 2018.
Eduardo González subraya la necesidad de “seguir con el plan de principio de temporada”. “En comparación con otros rallyes, aquí en Chipre podemos sumar muchos puntos y aunque vienen dos pruebas de asfalto a continuación, hay que aprovechar la oportunidad que nos brinda esta prueba. Eso, en realidad, ha de ser lo más importante una vez más”, sentencia el grancanario.