El Citroën Xsara Kit Car fue un éxito. No en vano, con el desaparecido Philippe Bulgaski logró ganar el Rallye de Cataluña y el Tour de Corse de 1999, ambas citas puntuables para el mundial. Pero a Citroën Sport, como por aquel entonces se llamaba el equipo, pujar más fuerte suponía dar el salto a los World Rallye Car, mucho más costosos en todos los sentidos.
Concretar esa versión sembró algunas dudas, incluso Bugalski tomó la partida sin un futuro claro en algunos rallyes del campeonato francés bajo la denominación ‘T4’. Una vez el proyecto vio la luz verde, la historia de éxitos de este modelo no se hizo esperar.
En 2001, Jesús Puras le dio la primera victoria a este modelo en el WRC. Fue en Córcega donde el cántabro logró su éxito más preciado. Ese mismo año, aunque no puntuaba para el mundial, Bugalski hizo lo propio en Alemania. En el país teutón el Xsara WRC se encontraba en casa. Logró encadenar seis victorias consecutivas –desde 2002 en el WRC- de un total de 12 en cadena para la marca francesa.
Loeb se convirtió en el mayor y mejor especialista que ha pasado por esa prueba. De 2002 a 2010 estuvo imbatido, repitiendo posteriormente en 2012. Una muestra de cómo este rallye se adaptaba como un guante a su estilo de conducción lo encontramos en la edición de 2005, la que reproduce la colección ‘Grandes coches de rally’ de Altaya. Ese año no hubo color y el francés, fielmente acompañado por Daniel Elena, dominó de cabo a rabo salvo un momento puntual en el tramo tres.
Sebastien empezaba marcando la pauta gracias a las victorias en ‘Ruwertal-Fell’ y ‘Dhrontal’, los dos primeros tramos. Duval se hacía notar en ‘Schones Moselland’, el mejor tiempo allí le elevaba provisionalmente al liderato. Pero fue un espejismo. Seis scratch consecutivos de Loeb le instalaban cómodamente en el liderato para no abandonarlo jamás.
Con todo decidido, y con dos Citroën Xsara WRC en cabeza, se llegaba al final de un rallye en el que Loeb, con 13 scratch de 19, encaraba su segunda corona de campeón del mundo. Tres caían del lado de Duval, mientras que Markko Martin, Gianluigi Galli y Petter Solberg sumaban uno cada uno.
‘Panzerplatte’, a doble pasada, era la especial más larga de esta edición con 29,57 km, mientras que la media de velocidad más alta la logró Loeb ¡en el último tramo del rallye! Fue en el ‘Spectator Stage St Wendel’ de 6,24 km, allí rodó a algo más de 110 km/h de media.
Clasificación Rallye de Alemania 2005
1. Loeb-Elena (Citroën Xsara WRC), 3h27:13.2
2. Duval-Smeets (Citroën Xsara WRC), a 37.4
3. Grönholm-Rautiainen (Peugeot 307 WRC), a 2:04.8
El modelo
La calidad de esta miniatura en escala 1:18 de la colección ‘Grandes coches de rally’ de Altaya vuelve a sorprendernos. Por proporciones, detalles y fidelidad en colores y logotipos, unido a ese detalle de pertenecer al nueve veces campeón del mundo, se gana todos los méritos para ocupar un lugar de privilegio en nuestra vitrina.
En cuanto a diseño, y después de la marcha de Carlos Sainz –y con ello de Telefónica Movistar-, Citroën Sport mantuvo las manchetas azules del paragolpes anterior y de la zaga. Esa zona está muy bien reflejada en la reproducción, incorporando en los paragolpes el logo de Michelin. El rojo degradado hacia blanco en la zona del techo se ajusta a la realidad, así como la imagen y ubicación de logotipos como los de Citroën y Total, patrocinadores principales del proyecto junto a la firma de neumáticos.
Las ópticas son un rasgo distintivo de este modelo, así como su amplio alerón y la característica salida de escape hacia abajo. En todos los sentidos, se ajustan muy bien al modelo real. Los retrovisores, las llantas con neumáticos moldeados como todo vehículo de asfalto que se precie, o los cristales con ese efecto espejo, nos invitan a viajar al Rallye de Alemania de 2005. Incluso, en el interior se aprecian detalles inequívocos del Citroën Xsara WRC, como el freno de mano vertical forrado en color amarillo para que se identifique a la vista sin grandes dificultades.
Con 230 mm de largo es uno de los modelos de la colección con mayor longitud. Mide 95 mm de ancho sin contar los retrovisores y 75 mm de alto dejando a un lado la entrada de aire situada en el techo.
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