Este lunes 2 de enero el Dakar arranca con más incertidumbre que nunca. Tres equipos, Toyota, Peugeot y MINI, se citan para desafiar un recorrido extremo trazado a conciencia por Marc Coma. El excampeón del Dakar ha querido recuperar el espíritu aventurero de la prueba y todos tiemblan.
No es sólo la altitud de las especiales a su paso por Bolivia, que ya trae tela. Casi una semana en la frontera de los 4.000 metros de altitud es una prueba de fuego para unas mecánicas, la de los favoritos, que combina motores de gasolina atmosféricos y los turboalimentados diésel. Es que además la navegación va a ser más importante que nunca. La nueva forma de interpretar los way points dará más vida e importancia a los copilotos.
Así, en pleno 2017, el nuevo Dakar cobra tintes del pasado. Lo hace en una edición que cuenta con cinco pilotos que ya conocen el sabor de la victoria. Otros, como Hirvonen y Loeb, quieren presentar candidatura a ella, así como Al-Rajhi, Despres, Terranova… Mientras, los Peterhansel, Al-Attiyah, De Villiers, Sainz o Roma tratarán de aplicar toda su experiencia en una edición de la que, todos auguran, se hablará durante muchos años.
Paraguay da el pistoletazo de salida. Será entre Asunción y Resistencia, apenas 39 kilómetros que pueden presentar alguna dificultad por las condiciones meteorológicas. No será una jornada cualquiera, ya Roma sufrió en los primeros metros del año pasado, así que cualquier incidencia puede tener sentido en una jornada en la que se recorrerán 454 kilómetros en total.