Los cerca de 500 kilómetros cronometrados entre Uyuni y Tupiza eran un reto para Carlos Sainz y Lucas Cruz. Llegaban después de tomar el liderato en la primera de las dos jornadas maratón y, además, tenían que volver a abrir pista. A la postre, una buena jornada y un día menos para llegar al final.
“Hoy ha sido una etapa muy larga con más de cinco horas de pilotaje”, resumió el español nada más aparcar su Peugeot 3008 DKR en la embarrada asistencia de final de la jornada. “La primera parte ha sido muy complicada en cuanto a navegación, con dunas, hierva de camello y cauces de ríos”, en palabras de Sainz, “muy difícil. Luego ya han venido pistas más normales con menos dificultad”.
Después de casi 600 kilómetros totales, Sainz valoró como positiva esta jornada: “estoy muy contento por cómo ha ido todo, no hemos tenido ningún problema, Lucas ha estado perfecto, igual que el coche”. Pero sin duda, la mejor noticia para los intereses del equipo español es la cancelación de la etapa del lunes: “la buena noticia es que mañana se anulado la etapa”.
De este modo, el Dakar 2018 reemprenderá la marcha el próximo martes, con dos o tres días clave para que la clasificación vaya adquiriendo una estabilidad ya definitiva.