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Después de una puesta en escena acertada la firma francesa abrió el abanico de opciones del 308. Ahora llega la versión GT, capaz de ofrecer entre 180 y 205 CV apoyados en un motor diésel y un motor de gasolina. Atractivos no le faltan.
Peugeot sigue explotando la base de su premiado 308. Convencional, familiar… Ya son pocas las variables que se le resisten y, como no podía ser menos, ya está aquí la opción deportiva, el 308 GT.
Disponible en las opciones berlina y SW, se apoya en el motor BlueHDI 2.0 y en el THP 1.6. El primero ofrece 180 CV y el segundo 205. La variante diésel cuenta exclusivamente con un cambio manual de seis velocidades ‘Quickshift’ y la de gasolina un manual, también de seis relaciones.
Los 205 CV del THP cuentan además con un par motor de 285 Nm, presentes en la franja que oscila entre los 1750 y 4500 rpm. Su consumo medio se detiene en los 5,6 litros a los 100 kilómetros, con unas emisiones de 130 g/km. Se beneficia del nuevo turbo ‘twin scroll’ y la tecnología de elevación variable de las válvulas de admisión (VTI). Por su parte, el HDI eleva su par motor hasta los 400 Nm, presentes desde las 2000 rpm. Su consumo baja considerablemente, exactamente hasta los cuatro litros a los 100, al igual que las emisiones de CO2, ahora 103 g/km. En términos generales el grupo propulsor ha reducido su peso en siete kilos.
Estéticamente destaca la sensación de anchura, gracias a los embellecedores, que se ven acompañados por unos retrovisores y un difusor posterior –que aloja una salida doble de escape- lacados en negro. El tren delantero es siete milímetros más bajo, mientras que el trasera llega a ser incluso un centímetro. La guinda al pastel la ponen sus llantas de 18 pulgadas calzadas con neumáticos Michelin Pilot Sport 3.
Entre los colores se puede elegir el ‘azul magnético’, un acabado habitual de los vehículos de competición franceses en el siglo pasado. En el exterior localizamos el logo GT, concretamente en la parrilla, el portón trasero y las aletas delanteras.
Ya en el interior, además del cockpit habitual que ya conocemos del 308, destaca un nuevo aire deportivo, gracias a los pedales de aluminio y a una instrumentación con fondo ajedrezado. El techo y diferentes zonas del interior están forrados en color antracita, además de pespuntes rojos en los tejidos, un sutil detalle de deportividad.
En el plano dinámico Peugeot ha dotado al 308 GT de un chasis específico, al igual que el conjunto de las suspensiones, convenientemente adaptadas al modelo en cuestión. Persiguen una buena motricidad, un bajo balanceo de la carrocería y una escasa transferencia de ruidos al interior, todo dentro de un tarado que tira acertadamente hacia lo deportivo.
Para detener el Peugeot 308 GT se opta en el eje delantero por unos discos de 330 mm y un pistón de 60 mm. En el eje posterior el disco pasa a ser de 268 mm, 290 en el caso de la variante SW.
Texto: Javier Viera | Fotos: MotoraDiario.com
