El XXX Rallye Villa de Santa Brígida hizo honor a la justicia al otorgarle el ‘número 1’ a Ángel y Víctor Marrero, tres veces campeones provinciales.
De todos es sabido que las listas de inscritos son difíciles de ‘ordenar’, pero de ahí a pasar por alto tres títulos absolutos, media un abismo. Ángel Marrero y Víctor Marrero lograron el título provincial de rallyes de Las Palmas en tres ocasiones de manera consecutiva. Entre 2010 y 2012 nadie les tosió en lo más alto de este certamen, pero nunca tuvieron el premio de verse con el ‘número 1’ en una lista de participantes.
Cierto es que hasta 2011, el primer año al que salían con la vitola de campeones, todo era más difícil. No en vano, cada prueba de aquella temporada era puntuable para el campeonato regional, y lógicamente éste debía prevalecer sobre el provincial de turno.
No era el caso en 2012, cuyas citas autonómicas quedaban bien reflejadas en su calendario propio. Ese año los Marrero partían ya como bicampeones, y nunca portaron el ‘1’, aun a pesar de ser citas exclusivamente provinciales. Es decir, sus dos títulos anteriores no eran motivo suficiente para tener ese premio, de importancia reseñable para los patrocinadores. De igual manera lograron su tercer título de manera consecutiva, tomándose posteriormente un año casi sabático, al realizar la labor con el coche de seguridad en 2013.
Curiosamente, después de un año sin competir de manera oficial, su vuelta a las carreras les ha dado lo que merecían con anterioridad, el ‘número 1’. Así son las cosas… En este caso el ‘número 2’ fue para los vigentes subcampeones provinciales, Vicente Bolaños-Magnolia Herrera, que a la postre se proclamaron campeones del ‘Villa de Santa Brígida’.
Con esto, lo que trato de decir, es que es fundamental premiar a los que siguen los campeonatos en su integridad, y si a esto suman títulos, pues con más razón. En Canarias existe la costumbre de realizar las listas de participantes según el potencial de los vehículos, compitan o no de manera habitual, sigan o no certámenes en un amplio porcentaje. Con ello se ha perjudicado, en multitud de ocasiones, a los que verdaderamente obtienen grandes clasificaciones a final de curso. Para muestra, el botón de los ‘Marrero’.
Texto y foto: Javier Viera