Cuando comienzo a teclear este artículo de opinión reconozco que me ganaré algún ‘amigo’ más, pero siento el deber de exponer lo que pude ver en el Rallye Isla de Lanzarote 2016. Una prueba que tuvo el privilegio de decidir a los campeones autonómicos y provinciales –en este segundo caso a la espera de la reclamación del ‘Maspalomas’-, lo que ya de por sí es un privilegio. Pero esta edición no contó con lo más importante: una organización a la altura de las circunstancias.
Y lo digo principalmente en el plano de la seguridad. Algunos de los miembros encargados de este importante área comentaron a MotorADiario.com que incluso contaron con menos personal que el inicialmente estipulado en el Plan de Seguridad. Un dato que conviene tener en cuenta. Independientemente de este aporte, pude ver con mis propios ojos como en la segunda pasada por ‘Tegollo-Tías’ hasta tres vehículos de particulares y/o vecinos se ‘colaban’ en el tramo cronometrado ¡una vez pasado el doble cero! Poco podía hacer, no tenía a un comisario cerca ni ellos tenían una cinta o cartel que los avisase de lo que por allí iba a pasar instantes después.
Esto no es nuevo, en el Gran Canaria Historic Rallye de hace unos días pude ver, de nuevo con mis propios ojos, como dos coches circulaban en plena celebración de dos tramos cronometrados diferentes.
Quiero decir con ello que es inadmisible que se le exija a deportistas hasta el más mínimo detalle y que, posteriormente, un equipo organizativo deje al azar cuestiones tan importantes como las que aquí he relatado. Y eso que ellos, los que practican este deporte, se dejaron el pasado fin de semana 300€ como tasa de inscripción.
Tampoco se puede tentar a la suerte con el plan original de un rallye. Los participantes destinan presupuestos inalcanzables para muchos y horas de dedicación infinita. Pues bien, el equipo encargado de montar el primer tramo cronometrado de la segunda jornada del Rallye Isla de Lanzarote de 2016 llegó esa misma mañana al aeropuerto en el primer vuelo que llegaba desde Gran Canaria. ¿Se imagina usted que se hubiese retrasado o cancelado ese viaje? El mal menor fue el retraso que sufrió esa sección…
En lo deportivo sí que tuvo efecto. No se pudo montar a tiempo la ‘chicanne’ prevista, beneficiando así a los vehículos con mayor velocidad punta, comprometiendo de paso la seguridad, motivo por el cual se instala este elemento artificial. Para la segunda pasada, con más tiempo, sí fue posible colocarla como estaba inicialmente previsto.
La falta de coordinación en algún corte de carretera, el seguimiento completo del itinerario por parte de la caravana de seguridad, o incluso el trabajo del ‘road-book’ –según comentario de algún equipo- tampoco ayudó para que esta edición pasase a la historia como una de las mejor organizadas.
Sé que son unas líneas que poco o nada van a gustar, pero es que esto ha sucedido en el rallye con más coeficiente de todo el campeonato autonómico. Sí, además en la prueba con menos kilometraje cronometrado de todo el certamen. Que conste que no veo mal el coeficiente 1,5, ya que viene a equiparar la doble cita de la que ya gozan en La Palma, Tenerife y Gran Canaria, pero por otro lado considero que es un premio que a nivel organizativo se tiene que ganar en la carretera.
Por otro lado, espero y deseo que sea un comentario constructivo, se tome nota y se actúe en consecuencia. De lo contrario, el día que se canse el Santo que nos echa un capote, bien no lo vamos a pasar.