Apoyado en el nuevo lenguaje de diseño de Skoda, la berlina de la marca de Mladá Boleslav tiene argumentos suficientes para irrumpir con éxito, destacando entre ellos el propulsor probado en esta unidad.
Es obvio que Skoda ha dado un paso al frente en lo que a diseño se refiere, y un ejemplo claro es el Rapid. Ya lo hemos dicho en más de una ocasión, y lo seguimos pensando. No es fácil que una berlina tenga carácter y a la vez cautive nuestra atención. Nos pasó con el SEAT Toledo y nos ha vuelto a pasar con el Skoda Rapid. Un ADN similar con dos dibujos a gusto del consumidor.
Motor, ¡qué sorpresa!
A nivel personal tenía especial curiosidad por comprobar el rendimiento
del motor 1.2 TSI con 105 cv de potencia. Una vez más vuelvo a incidir en que debemos olvidarnos de los dígitos que nos ofrece una cilindrada ‘x’… Cierto es que 1.200 cc parecen escasos para mover un vehículo que ronda los 1.200 kilos de peso -bastante contenido por cierto-, pero el secreto no está ahí.
El propulsor turbo (TSI) es capaz de suplir la falta de par a bajo régimen, consiguiendo un rendimiento muy lineal a partir de las 1.500 rpm. Sin temor a equivocarnos, otro de los secretos está en la relación del cambio, esta vez manual de seis velocidades. La comunión de ambas partes permite al Rapid 1.2 moverse con agilidad, sin echar en falta un motor de mayores prestaciones. Claro está, otra de sus ventajas está en el consumo medio, que se cifra alrededor de cinco litros a los cien kilómetros, con unas emisiones de CO2 de 116 g/km.
Como resumen de sus prestaciones, es capaz de acelerar hasta los 100 km/h con salida parada en 10 segundos, además de estar cerca de alcanzar los 200 km/h de velocidad punta.
Diseño exterior
Un pilar básico del Skoda Rapid es su elegante diseño exterior. El frontal está presidido por una parrilla de considerables dimensiones, esta vez con el nuevo logo situado fuera de su perímetro, ahora insertado en la parte más adelantada del capó. Los grupos ópticos se integran de manera sobresaliente en el rostro del Rapid, cuyas sutiles nervaduras ayudan a darle forma sin ningún tipo de estridencias.
En su vista lateral se aprecia un parabrisas y una luneta trasera muy ‘tendidos’, lo que mejora el flujo dinámico. La marcada línea de cintura, que se extiende desde el pilar A hasta el pilar C, le da sentido a la conexión con la zaga del Rapid. En este punto las ópticas traseras rompen con lo establecido, siendo ahora más cuadradas y construidas en una sola pieza.
Flash Skoda Rapid 1.2 TSI 105 cv
Interior, el espacio como objetivo
Sus casi cinco metros de largo (4.483 mm) y su generosa batalla (2.602 mm) hacen intuir un espacio más que confortable para los cinco pasajeros a los que es capaz de dar cabida. Un objetivo que se ha logrado de manera contundente, tanto como su facilidad de acceso, indiferentemente si se trata de las plazas anteriores o las posteriores.
El nivel de equipamiento de la unidad probada es ‘Ambition’, que destaca por sus asientos tapizados en tela ‘Ambition black’, asiento del conductor regulable en altura, elevalunas eléctricos delanteros y traseros, guantera con luz y banqueta trasera con respaldos divididos, entre otros. Desde el punto de vista del conductor añade: ordenador de a bordo con indicador multifunción, columna de dirección ajustable en altura y profundidad, y volante en cuero de cuatro radios.
Uno de sus puntos fuertes es el maletero, con una capacidad de 530 litros con posibilidad de superar los 1.400 con los asientos abatidos. Cuenta con la ventaja de tener un portón de apertura completa, lo que facilita de manera espectacular cada operación en este punto vital del Skoda Rapid.
Para finalizar, indicamos que el precio de la unidad probada es de 17.110€.
Ficha unidad probada
Texto: Javier Viera | Fotos: Gustavo Alonso