Esta serie limitada a 2.500 unidades cuenta con un motor turboalimentado de dos litros que ofrece 220 CV. Por estética y prestaciones es, sin duda, el Polo más brutal de todos los tiempos.
Apoyados en su descomunal debut en el mundial de rallyes de 2013, Volkswagen ha creado un ‘baby’ Polo con el mismo nombre que su hermano en el mundial de rallyes: R WRC. Difiere en algunos detalles, ya que esta edición limitada dispone de un dos litros como propulsor por el 1,6 al que obliga la normativa FIA en el campeonato del mundo, además del cambio manual de seis velocidades de la unidad de serie por el secuencial, también de seis marchas, de la unidad que pilotan Sebastien Ogier, Jari-Matti Latvala y Andreas Mikkelsen.
Estética con pinturas de guerra
Limitando su producción a 2.500 unidades el Polo R WRC se convierte en un deseo casi exclusivo, en parte también por su precio, que se eleva claramente por encima de los 30.000€. Pero no es momento de entrar en ese tipo de números cuando tenemos delante a un vehículo que pide saltar al ruedo.
Si nos plantamos ante él debemos reservarnos una serie de minutos para
observar sus detalles específicos. Por un lado, como es lógico, destaca su adorno a modo de vinilos, siguiendo la imagen corporativa de Volkswagen Motorsport, con especial protagonismo en el capó y en la línea baja de los laterales.
El frontal porta un paragolpes más aireado que le aporta ese grado de deportividad que lo hace inconfundible. La zona posterior también incorpora detalles ‘racing’, como la salida de escape, el paragolpes deportivo y el alerón en color negro –aquí va el número adjudicado de la serie limitada-, en tono similar al de los retrovisores exteriores. La vista lateral, además del aporte del vinilo de esta zona, destaca por las llantas de 18 pulgadas modelo ‘Cagliari’.
En el interior, además de los pedales de aluminio, lo que más destaca son los asientos exclusivos de la unidad limitada, firmados con el logo ‘WRC’. Sentados en ellos podemos empuñar el volante, que nos ofrece el agradable tacto que proporciona la piel vuelta, además del inconfundible aspecto racing con la marca central superior que nos indica la posición de los neumáticos.
Hablemos de sensaciones
Básicamente en lo que a dimensiones se refiere, fijándonos en su capacidad interior y en un amplio porcentaje por su diseño final, está claro que hablamos de un Polo, esa herramienta que Volkswagen tiene para alcanzar un alto número de ventas en todo el mundo. Por ello pasaremos a hablar de las sensaciones que nos transmite concretamente el ‘R WRC’ que tenemos entre manos.
Después de accionar el contacto y dejar el motor en su régimen mínimo de giro nos percatamos de algo especial. Su sonido al ralentí nos previene, es bronco, pero sin llegar a ser estridente. La disposición de elementos, y escribo en primera persona, nos hace sentirnos cómodos, especialmente por la ubicación e inclinación del mando principal, el volante.
Ya en marcha, la suspensión se muestra enérgica, jugando con el punto idóneo para lo que viene a ser un vehículo de esta índole, es decir, deportivo pero también destinado para el uso diario. El balanceo de la carrocería es mínimo, lo que aporta estabilidad y seguridad en zonas rápidas.
Flash Volkswagen Polo R WRC
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Bonita estampa
Sin duda el Volkswagen Polo R WRC es atractivo, y todo con pequeñas pinceladas deportivas. |
Limited Edition
En el alerón posterior podemos encontrar el número de la unidad asignada, entre 2.500. |
Detalles racing
En el interior el elemento que destaca sobre el resto es el volante, de indudable deportividad. |
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Variante deportiva
Si bien no llega a ser un súper deportivo extremo, el R WRC se muestra con mucha ambición. |
Lateral bien logrado
Las llantas de 18 pulgadas y la sutil compañía del vinilo lateral le aportan a esta vista mucha personalidad. |
Origen en los rallyes
La parte trasera va acompañada de una 'chapita' que acredita sus genes en el mundial de rallyes. |
Si pasamos al motor del que hablábamos hace escasas líneas encontramos la razón de ser del Polo R WRC. Este cuatro cilindros de dos litros sobrealimentado ofrece 220 CV de potencia, con un par máximo de 350 Nm en un aceptable rango que va desde las 2.500 rpm hasta las 4.400.
Es capaz de alcanzar los 243 km/h de velocidad punta, un registro en el que mucho tiene que ver su cambio manual de seis velocidades. En la misma línea, su aceleración de 0 a 100 km/h se cifra en 6,4 segundos.
En conjunto, el Volkswagen Polo R WRC ofrece sensaciones. Pone en alerta casi todos nuestros sentidos, desde la vista hasta el oído, pasando por el tacto que nos ofrecen sus materiales. Ese conjunto llega a su máximo esplendor cuando nos ponemos a sus mandos, especialmente en carreteras tortuosas. En ese escenario entran en juego sus virtudes, destinadas a hacer disfrutar en cada aceleración, en cada frenada y en cada paso por curva.
Con 2.500 unidades es un objeto de deseo, que sin duda ganará protagonismo con el paso de los años gracias a la vida paralela que lleva su hermano en el Campeonato del Mundo de Rallyes.
Texto: Javier Viera | Fotos: Gustavo Alonso | Vídeo y edición: G.A.
