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Como prueba del WRC, y gracias a la participación de Marcos González y Juan Carlos Cabrera, Canarias llega a esa cifra en la cita española.
Después de 23 años en el mundial de rallyes, donde llegó en 1991, el Rallye España-Cataluña se ha convertido en un escenario habitual para los mejores ‘volantistas’ del archipiélago. En la presente edición, y gracias a la presencia de los lanzaroteños Marcos González y Juan Carlos Cabrera, con sendos Ford Fiesta R2, se llega a la veintena de participaciones de un equipo insular en la cita catalana.
Abrieron el fuego en aquella primera edición, ya en las postrimerías de 1991, encontramos a tres nombres propios del automovilismo local: Fernando Capdevila (Ford Sierra RS Cosworth), Luis Monzón (Lancia Delta Integrale) y José María Ponce (BMW 325IX), acompañados por el joven Javier Ciprés (Renault Clio 16v). Sin duda, y después de casi 25 años, ha sido la experiencia más productiva fuera de las islas para el automovilismo local.
Capdevila alcanzó su único triunfo en Grupo N –además de ser octavo-, que además semanas después fue crucial para ser subcampeón del mundo de su categoría; Luis Monzón fue séptimo, siendo desde entonces el mejor resultado final de un piloto canario en el WRC; mientras que Ponce, desde la décima plaza conquistó el campeonato nacional. Ciprés se llevó la peor parte al tener que abandonar por avería.
Un año después Capdevila y Ponce (BMW M3) repitieron, con suerte desigual, siendo el tinerfeño segundo de Grupo N mientras que Ponce contabilizó un abandono. Hubo que esperar a 1996 para ver a Ignacio Espino (Peugeot 106 Rallye), que pudo cumplir su sueño de acabar la prueba.
En 1997 fue Santi Concepción (Ford Escort RS Cosworth) el que probó suerte, yendo a ir segundo de Grupo N tras Gustavo Trelles hasta que las averías habituales de los Escort de Grupo N, le dejaron en la cuneta.
Dos años más parte el ‘Cataluña’ veía una nueva participación de Luis Monzón –la última del de Santa Brígida en el WRC-, esta vez como semioficial de Peugeot Sport España con un 306 Maxi Kit Car con el que acabó en el puesto 12. Flavio Alonso, incluido en el ‘Desafío’, y en su única participación en el WRC, fue trigesimosexto.
En 2007 se produjo el debut mundial de Yeray Lemes a los mandos de un Citroën C2 S1600, con el que marcó un scratch en el JWRC antes de abandonar por rotura de motor. Con sendos Ford Fiesta estuvieron Heriberto Godoy y José María Santana, el primero ganando su clase y el segundo acabando tras reengancharse en dos ocasiones.
Tres años más tarde José Yeray Lemes lograba su primer triunfo en el JWRC, tras un año de claros y oscuros con el Renault Clio S1600. Una temporada más tarde se produjo uno de los hechos más recordados por la afición, como fue el debut del ‘conejero’ con Volkswagen Motorsport a los mandos de un Skoda Fabia S2000, que se saldó con la posición número 14.
Ya en 2012 Lemes repetía, esta con vez con un Mitsubishi Lancer Evo X con el que sufrió a nivel mecánico, nada parecido a lo acontecido en 2013, donde venció de nuevo en el JWRC a los mandos de un Ford Fiesta R2, alcanzando los puntos suficientes para ser subcampeón de su categoría. En esa fecha Emma Falcón debutó a nivel mundial, con la mala fortuna de abandonar en la última jornada tras romper los soportes del depósito de combustible.
Y después de todo llegamos a un 2014 en el que de nuevo dos lanzaroteños debutan en el mundial, como ya lo hicieron Ciprés y Lemes hace 23 y 7 años respectivamente.
Además, habría que añadir como copiloto a Víctor Pérez, que estuvo junto a Enrique García-Ojeda (Peugeot 106 Rallye) en el año 2000, logrando también acabar una prueba durísima por la lluvia.
Texto: Javier Viera | Foto: MotoraDiario.com
