Iván Ares ha encontrado en 2015 la tecla que le ha permitido mostrarse como un piloto netamente competitivo. Demostró su velocidad en las tres primeras citas del campeonato y, al llegar a Galicia, no iba a ser menos, aunque el inicio no fue fácil.
“Los nervios de correr en Galicia me pudieron”, dijo el del Porsche 911 GT3, que poco a poco fue “cambiando reglajes y al final hemos conseguido que el coche vaya igual que en Córdoba”, añadió. “Cuando vas a gusto los tiempos salen”, y vaya que sí, ya que con una unidad obsoleta en comparación con la de sus rivales es capaz de medirse con ellos.
Sobre Fuster, vencedor en el ‘Rías’, lo tiene claro. “Ha impuesto un ritmo increíble, imposible de seguir”, una apreciación en la que muchos deben coincidir.