No ha podido ser. La mecánica ha jugado una mala pasada a las ilusiones depositadas por Auto Laca Competición. El buen inicio de Mikko Hirvonen se detuvo cuando a la salida del segundo bucle del sábado detectaba un problema en la transmisión del MINI. Éste se fue agravando a medida que se sucedían los kilómetros en ese tercio de la carrera.
Esto se tornó en definitivo en la sexta especial del ‘Isla Lanzarote’. Su llegada a la asistencia confirmó la mala noticia. Un problema en el diferencial delantero ha hecho imposible que el subcampeón del mundo defendiese la posición de podio que ocupaba.