Domingo Ramos y Marcos Guerra se ganaron el respeto, si no lo hicieron antes, de todos sus rivales. En un ‘Villa de Teror’ que prácticamente no vio caer a nadie de cabeza se pusieron líderes desde la segunda prueba especial. Incluso, si hubiesen sido nueve décimas más rápido en el primer tramo cronometrado hubieran ganado de principio a fin.
Los del Mitsubishi Lancer Evo VIII se emplearon a fondo. ‘Pinar de Ojeda’ era inédito para todos y, en esa teórica igualdad, cimentaron una histórica victoria. Para Ramos la primera, para Guerra la segunda después de la lograda junto a Antonio Ponce y el Mitsubishi Galant VR4 en la edición del año 2000. Cuestión de diamantes.
Aparentemente es una victoria más. Sí, la primera del de Arguineguín y la de un Evo VIII en Teror, pero hay otro tipo de lecturas que le dan más realce a su triunfo. Domingo es el tercero más joven en ganar el ‘Villa de Teror’, sólo superado por Luis Monzón, que venció con 25 años en 1991 a los mandos de un Lancia Delta Integrale, y por Marco Lorenzo, que lo hizo con cerca de 28 al volante del Ford Focus WRC en 2011. Ambos son campeones regionales. ¿Un presagio? Ramos ha logrado la suya con 28 años, un mes y 15 días. Curiosamente, con esa edad ganaron el campeonato regional por primera vez pilotos como José María Ponce, Luis Monzón, Enrique Cruz y el propio Marco Lorenzo.
En 36 ediciones de historia del Rallye Villa de Teror sólo cuatro pilotos han logrado vencerlo con menos de 30 años. En esta parcela, a los Monzón, Lorenzo y Ramos hay que unir a otro ilustre, Raúl Santana, que en 1990 impuso un Ford Sierra Cosworth cuando iba camino de los 29 años de edad.