Raúl Hernández ha iniciado en Letonia su segunda temporada. Ha elegido el Rallye Aluksne para volver a tomar los mandos del Peugeot 208 R2 de ALM Motorsport, repitiendo con Rogelio Peñate a la derecha. El piloto lanzaroteño iba a tener su primera contacto con la nieve y con los neumáticos con clavos, de ahí que estos primeros kilómetros fuesen clave.
A la postre, los 100 kilómetros cronometrados no mostraron una evolución clara respecto a sus rivales. En todas las especiales, salvo en una, el equipo canario fue el último de la tabla en su categoría, acabando finalmente en la octava posición a casi 11 minutos de los vencedores y a más de cuatro de la séptima plaza.
Ya el viernes las cosas se mostraban complicadas. Hernández-Peñate cedían más de dos minutos en los 11,20 kilómetros del primer tramo; en la repetición perdían otro minuto y medio. En los tramos del sábado mejoraban muy levemente en las segundas pasadas, en ocasiones rondando un segundo por kilómetro y, en otros casos, por debajo de esa referencia. El equipo canario acumuló también una penalización de diez segundos, finalizando a la postre en la posición número 40 de la general.
Con la experiencia recabada, y sobre todo con las sensaciones de este Rallye Aluksne celebrado en Letonia, el joven Raúl Hernández deberá asimilar toda la experiencia adquirida para, a partir de ahí, comenzar a despegar en superficies de este tipo. Más allá del resultado, en 2018 la principal tarea debe enfocarse en acumular un buen número de kilómetros, sin presiones añadidas y sin medallas carentes de sentido en un piloto que acaba de cumplir 16 años.