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A comienzos de la década de los 80 el mundo de los rallyes no se parecía en nada a lo que es hoy. La electrónica era algo tan desconocido como lo puede ser la vida en otro planeta y, el piloto, normalmente tenía la última palabra a la hora de gestionar cada metro del recorrido de un rallye. Ari Vatanen, uno de los iconos en la historia del WRC, fue campeón del mundo en 1981 pilotando un Ford Escort MKII. La colección ‘Grandes coches de rally’ de Altaya recrea esa pieza con todo lujo de detalles.
Lo hace proponiéndonos un viaje al Rallye Acrópolis de 1981. La prueba griega es la más dura del viejo continente, tal es así que era conocida en su etapa en el mundial como el ‘safari europeo’. Por aquel entonces pueden hacerse una idea de lo que era su recorrido: la primera etapa, que abarcaba dos días, ¡contaba con 34 tramos! El total del rallye tenía 57 y, al final del mimos, los equipos habían recorrido unos 1.000 kilómetros cronometrados. Como decía unas líneas más arriba, nada parecido a lo de hoy.
En 1981 el mundial llegaba a Grecia después de cinco rallyes celebrados. Nadie había logrado repetir victoria; Ragnotti se impuso en el Monte Carlo con un Renault 5 Turbo –reproducción incluida en la colección de Altaya-, Mikkola hizo lo propio en Suecia al volante de un Audi, Alen conquistó Portugal pilotando un 131 Abarth, Mehta el exigente Safari a bordo de un Datsun Violet y Darniche sorteó las 10.000 curvas de Córcega pilotando un flamante Lancia Stratos. Ni repetían los pilotos ni lo hacían las marcas.
En Grecia la situación iba a seguir la misma tónica con la victoria del Ford de Vatanen. El finlandés, que hasta la fecha sólo había sido segundo en Suecia, logró imponerse a los 131 Abarth de Alen y Bettega. El de Ford ganó 23 especiales de las más de 50 celebradas, aunque no fue hasta el tramo 15 cuando logró el primero de los scratch. Entre sus mejores tiempos destaca el que logró en ‘Meteora’, de casi 18 kilómetros; allí se fotografió su paso en la que quizá sea una de las imágenes más famosas de la historia del mundial.
El tramo más largo de esta edición del Rallye Acrópolis era el de ‘Parnon’, que se celebraba en dos ocasiones en la última jornada. Contaba con 47,10 kilómetros cronometrados, imponiéndose en la primera pasada Vatanen (43:10) y en la segunda Alen (42:48).
Ari Vatanen y David Richards, que no se colocaron como líderes hasta el tramo número 35, necesitaron más de 13 horas para completar todo el recorrido. A su espalda dejaron los 131 Abarth de Alen y Bettega, igualmente triunfadores después de superar una prueba de estas características.
El de Ford volvió a subir en dos ocasiones más a lo más alto del podio durante aquella temporada. Fue en el exótico Rallye de Brasil y después en su casa, Finlandia. Más tarde alcanzaría su único título de campeón del mundo.
Esa temporada, concretamente en el mes de abril, Ari Vatanen y David Richards compitieron en la isla de Gran Canaria. Los del Ford Escort MKII fueron segundos en el Rallye de Maspalomas, después de ser superados por el Lancia Stratos del hoy desaparecido Jorge de Bagration.
Clasificación Rallye Acrópolis 1981
1. Vatanen-Richards (Ford Escort MKII), 13h17:25
2. Alen-Kivimaki (Fiat 131 Abarth), a 4:35
3. Bettega-Perissinot (Fiat 131 Abarth), a 7:54
El modelo
Echar un vistazo a la reproducción en escala 1:18 del Ford Escort MKII de la ‘Grandes coches de rally’ de Altaya es todo un placer. El diseño, los colores, los aditamentos propios de la época, todo evoca una sensación única.
Como en anteriores entregas, las proporciones se ajustan a la realidad. Este modelo tenía una peculiaridad, y era el ensanche de sus vías. Las llantas y los faros supletorios, unido a las faldillas, se unen a una decoración clásica e histórica en el mundo de los rallyes. Los colores azul, rojo y amarillo de una conocida marca de tabaco vestían al equipo capitaneado por el finlandés. Obviamente ese logo no aparece reflejado, pero sí los de Duckhams, Longines, Pirelli...
Los referentes al rallye en cuestión vuelven a estar rematados con una fidelidad digna de mención. La placa situada en el capó y en el maletero, o los números de las puertas y techo, se ajustan a aquella 28ª edición del Rallye Acrópolis. Igual que la bandera del Reino Unido ubicada en las aletas delanteras, lugar de procedencia del equipo.
Este Ford Escort MKII mide 230 mm de largo, incluyendo los cuatro faros supletorios del frontal; 95 mm de ancho y 80 mm de alto.
Más información sobre la colección ‘Grandes coches de rally’ de Altaya pinchando aquí.
