El italiano, cuatro veces vencedor del Rallye Vinho Madeira y segundo en la edición de 2017, regresará a la isla para pelear por el triunfo. Lo hará, como el año pasado, al volante de un Hyundai i20 R5.
En esta ocasión irá enrolado en las dilas de Hyundai Portugal Motorsport. El transalpino hereda de manera puntual la máquina del campeón luso Carlos Vieira, que aún se recupera en el Hospital de Coimbra del accidente que sufrió en el pasado Rallye Vidreiro.
La máquina del italiano será una de las 16 de la categoría R5 que figuran inscritas entre el total de 61 participantes de la prueba madeirense. La organización ha adelantado que serán tres Hyundai i20 R5, tres Citroën DS3 R5, un Citroën C3 R5 y cinco Skoda Fabia R5. A sus mandos, además del mencionado Basso, estarán los primeros espadas portugueses, como José Pedro Fontes, Armido Araújo, Miguel Barbosa, Pedro Meireles, Joao Barros, además de Alexandre Camacho, vencedor en la edición 2017.
“No ha sido posible traer otros pilotos con los que estuvimos en conversaciones”, aseguró José Paulo Fontes, responsable de la organización. Ello ha sido debido “al alto coste asociado a la logística de transporte. Venir a Madeira no es lo mismo que llegar al centro de Europa”, explicó. “Para el año que viene”, con el ferry ya plenamente establecido y con la emoción de celebrar el 60 aniversario, “seguramente vamos a tener algunas sorpresas”, afirmó.
Esta edición comenzará el viernes 3 de agosto con la súper especial que se celebra en Funchal y finalizará el domingo día 5 después de 19 tramos cronometrados.