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El Ford Sierra Cosworth y Didier Auriol estrecharon sus lazos en 1987. El campeonato francés y una presencia cada vez más asidua en el campeonato del mundo fueron la razón de ser de un dúo que en 1988 tocó la cima. La colección ‘Grandes coches de rally’ de Altaya no ha pasado por alto el coche con el que campeón del mundo en 1994 se estrenó en lo más alto de una prueba del WRC.
Aunque en la memoria y en el palmarés queda el triunfo de Auriol-Occelli, lo cierto es que aquella edición la dominó el local Yves Loubet con uno de los Lancia Delta Integrale inscritos en la cita gala. El corso dominó la primera etapa con casi un minuto de ventaja y sólo una avería localizada en el cambio que le hizo perder una minutada le apartó de su primer triunfo en el campeonato del mundo. Él y su Lancia se impusieron en 22 de los 30 tramos celebrados.
Lancia y Córcega, después de las tragedias de 1985 y 1986, empezaban a entenderse en la era de los Grupo A. Bruno Saby ganaba el primer tramo al imponerse en ‘Vignola-Capo di Feno’ (2,86 km) y Didier Auriol logró los dos siguientes: ‘Ancien Penitencier-Tassinca’ y ‘Petreto-Aullene’, ambos de 20 kilómetros.
A partir de ahí, el Lancia de Loubet fue protagonista ganando cuatro tramos consecutivos hasta que Auriol se impuso en el octavo, el de ‘Ghisoni-Col de la Serra’. A la postre, el vencedor final apenas lograría un par de tramos más. A ese ritmo, Loubet dominó la general hasta el tramo 11, y es que en el 12, cuando contaba con una importante ventaja, apareció el problema en el cambio. El drama que se vivió en el control stop caló en los que allí estaban presentes.
Hundido en la general, el de Lancia Martini ganó 16 de los siguientes 18 tramos, lo que le sirvió para adelantar posiciones hasta acabar segundo, precisamente por delante de un Saby que conquistó esas dos especiales restantes.
Por su parte, Didier Auriol pasó a controlar la carrera de manera magistral, impasible ante el ritmo de sus dos compatriotas con unas Lancia que, en el futuro, iban a dominar en el asfalto de la isla del mediterráneo.
De ese modo, el podio netamente galo supuso el último triunfo de un dos ruedas motrices en el Tour de Corse, hasta que en 1996 un Renault Maxi Mégane Kit Car y en 1999 un Citroën Xsara Kit Car, ambos pilotados por Bugalski, conquistaron nuevamente el primer puesto.
No fue una edición con tramos excesivamente largos, aunque la media de kilometraje sí que era elevada. La especial más larga fue la de ‘Campile-Morosaglia’ de 32,62 kilómetros. El promedio más alto se dio en la cuarta prueba especial, ‘Zerubia-Pont d’Acoravo’, la primera en la que se impuso Loubet después de rodar a casi 98 km/h de media en sus más de 17 kilómetros.
Clasificación Tour de Corse 1988
1. Auriol-Occelli (Ford Sierra Cosworth), 7h12:04
2. Loubet-Vieu (Lancia Delta Integrale), a 3:05
3. Saby-Fauchille (Lancia Delta Integrale), a 4:49
El modelo
Una entrega más, la calidad de la pieza de la colección ‘Grandes coches de rally’ de Altaya es de un gran nivel. No es fácil precisar al detalle un modelo como el Ford Sierra Cosworth. Sus peculiares ópticas delanteras o su alerón trasero a media altura, no lo iban a poner fácil.
Si a eso añadimos la particular decoración de Didier Auriol, con patrocinadores privados integrados en una base de decoración oficial, en este caso, con un color verde predominante sobre la piel de este modelo. En todos los casos, es una fiel reproducción a escala 1:18 del modelo original.
Como buen modelo del Tour de Corse, monta neumáticos slicks firmados por Michelin y, como entonces, es llamativa –como espectacular lo era a pleno rendimiento- la salida de escape lateral por el lado del copiloto.
Este Ford Sierra Cosworth se estira hasta los 243 mm de largo, los 93 mm de ancho sin contar los retrovisores y los 80 mm de alto.
Más información sobre la colección ‘Grandes coches de rally’ de Altaya pinchando aquí.
