Kalle Rovanperä y Jonne Halttunen se presentaban esta temporada como el equipo a batir para todos los equipos con coches de la categoría R5. Tras lograr dos victorias en WRC2 en 2018, eran incluidos en el WRC2 Pro con Skoda Motorsport.
El principio de la temporada no fue el deseado, con muchos errores hasta el Rally de Chile, donde lograba la primera victoria. Tras esta, encadenó una racha de primeras posiciones tanto en WRC2 Pro como entre todos los R5 inscritos en Portugal, Cerdeña y Finlandia.
El escaso éxito de la categoría WRC2 Pro provocaba que, a pesar de los errores, siempre consiguiera un buen puñado de puntos, porque su peor resultado son las terceras posiciones de Alemania y Turquía.
Como puntúan los ocho mejores resultados, las cinco victorias (contando la lograda hoy mismo en Gales), las dos segundas posiciones de Monte Carlo y Suecia y cualquiera de sus terceras posiciones, los dejan como campeones a falta de dos rallies.
Con este título parece que su etapa de formación con los R5 acaba. Aun no ha confirmado que hará el próximo año pero, aunque tiene contrato con Skoda, si un equipo oficial de la máxima categoría decidiera ficharlo no tendría repercusión a nivel contractual. Toyota y M-Sport parecen ser los que tienen más posibilidades.