Hace 50 años, Toyota colocó la primera piedra de su historia de éxito en Europa con la puesta en marcha de una planta de ensamblaje de vehículos a pequeña escala en Portugal. Corría el año 1971 y Toyota se estableció con Salvador Caetano, su primera fábrica en Europa, conocida en la actualidad como la planta de Ovar.
Hoy, medio siglo después, Toyota ha invertido más de 10.000 millones de euros en sus plantas de producción de toda Europa, y cuenta con un volumen de fabricación sustancial en todo el continente. Fiel a su filosofía de ‘fabrica donde vendas’, Toyota abrió fábricas de motores y de vehículos en el Reino Unido a principios de los noventa, y luego se fue expandiendo a Francia, Turquía, República Checa, Polonia y Rusia, hasta un total de nueve plantas a día de hoy.
Sus operaciones de fabricación en Europa han acumulado una producción de más de 13 millones de vehículos, que dan trabajo directo a unas 22.000 personas y un valor de negocio superior a 6.000 millones de euros a una red de unos 400 proveedores europeos. Durante todo este tiempo, Toyota siempre ha tratado de actuar con responsabilidad social, colaborando estrechamente con las comunidades donde opera.
Todos los modelos de Toyota más vendidos en Europa —Aygo, Yaris, Corolla, Toyota C-HR y RAV4— se fabrican en el continente. La producción total ha crecido hasta unos 800.000 vehículos al año, impulsada por el reciente lanzamiento del Toyota Yaris Cross Electric Hybrid.
Toyota fue uno de los primeros en fabricar vehículos electrificados en Europa, con el inicio de la producción del Auris hybrid en Toyota Motor Manufacturing United Kingdom (TMUK) en 2010. Hoy en día, alrededor del 59% de todos los vehículos vendidos por Toyota y Lexus en Europa son híbridos eléctricos, la mayoría de los cuales son fabricados en Europa por europeos.
“Estamos orgullosos de haber superado este hito de 50 años de producción en Europa. El hecho de que más de dos de cada tres vehículos que vendemos en Europa se hayan fabricado aquí, representa una notable aportación en términos de empleo directo. Por otra parte, estamos reduciendo nuestro impacto medioambiental al producir localmente un alto volumen de vehículos electrificados, lo que nos permite alcanzar en todo momento los objetivos de CO2 para nuestro parque de automóviles en la UE”, declara Marvin Cooke, Vicepresidente Ejecutivo de Toyota Motor Europe (TME).