Cierto es que el piloto catalán anduvo listo a comienzos de temporada. En una nueva categoría se saltaba la primera de las tres pruebas a las que podía renunciar, y Suecia no era el mejor lugar para puntuar. En México y Jordania, segunda y tercera prueba del campeonato, vencía con 16 segundos y 11 minutos respectivamente. En esos instantes parecía que todo iba a ser coser y cantar para Pons, pero a partir de ahí una serie de resultados no le dieron el título hasta la última cita.
En Nueva Zelanda fue segundo a un minuto del vencedor, al igual que en Portugal, aunque ahora a tres minutos y medio de la cabeza, y en ambos casos tras Ketomaa. Tras saltarse Finlandia y acudir a Alemania la victoria era factible, pero una leve salida con toque incluido daban muestras de que la confianza no era total. El resultado fue un quinto puesto a seis minutos de la cabeza. Descartando Japón tan sólo restaba en la recámara Francia e Inglaterra.
En la primera sobre asfalto las expectativas volvían a ser máximas, pero el cuarto puesto final y los más de tres minutos de desventaja sembraban dudas antes del embarrado rallye galés. Con un nudo en la garganta Pons pudo ser tercero con más de seis minutos perdidos respecto al joven Mikkelsen, sumando los puntos necesarios para obtener el título al primer intento.
Un éxito cuya raíz estuvo en las tres primeras pruebas del campeonato. Todo ello con un rendimiento en la segunda mitad de la temporada más bien discreto, a pesar de que su escuadra le dotó de varias pruebas oficiales y algunos test, para llegar en plenitud de facultades a cada cita.
Un comentario con afán constructivo hacia un piloto que ha militado en equipos oficiales como Citroën y Subaru, y del que se esperaba, repito, a pesar del título, una voracidad mucho mayor para volver a tener una oportunidad en la máxima categoría.
Clasificación SWRC
1.- X. Pons 123 puntos
2.- P. Sandell 111 puntos
3.- M. Prokop 104 puntos
4.- J. Ketomaa 101 puntos
Texto: Javier Viera | Fotos: MotoraDiario.com