Toyota lo venía intentando desde que regresó al campeonato del mundo en 2017. Pero no había opción y, en prácticamente todas las ocasiones salvo una –la de Neuville-, se toparon con el dominio de Sebastien Ogier. Así que, como dice el dicho, si no puedes con tu enemigo, únete a él.
En 2020 le faltaron unos pocos segundos y en 2021 no ha fallado. Sebastien Ogier, actual campeón del mundo, ha vuelto hacer a sonreír a Toyota en las calles de Mónaco. Y lo ha hecho con absoluta superioridad. Aunque parezca extraño, ha tenido que pasar cerca de un cuarto de siglo para que esa imagen se volviese a repetir.
El último en llevar un Toyota a lo más alto del ‘Monte Carlo’ fue Carlos Sainz. En 1998, el madrileño recaló en el equipo de sus amores tras caminar con menos acierto a la sombra de Lancia, Subaru y Ford. Fue, como dice otro popular dicho, llegar y besar el santo.
Foto: Toyota