Renault Sport cumple cuarenta años y lo está celebrando de manera doble. Por un lado con su regreso a la Fórmula 1 y por otro con un concept car que ha visto la luz en Mónaco, coincidiendo con el Gran Premio de F1.
Los ingenieros de la marca francesa han colocado el propulsor del Mégane RS 275 Trophy-R en el ‘pequeño’ Clio. Christophe Chapelain, como ingeniero, estaba seguro de que el chasis del Clio podría acoger una mecánica próxima a los 300 CV. El impacto y el recuerdo del Clio V6 también merodeaba el despacho de los creadores de esta máquina. A partir de ahí diez personas se han dedicado en exclusiva, y desde el pasado mes de enero, a darle forma a esta nueva criatura con el sello RS.
Estéticamente destaca su color: amarillo Sirius. Sí, el mismo que viste al monoplaza de Fórmula 1. Cubre una carrocería que es 60 mm más ancha que en un Clio convencional y que da cabida a unas llantas Speedline Turini de 19 pulgadas. La agresividad de sus paragolpes –el anterior enfocado a una refrigeración más óptima- y el añadido del ala posterior, combinado con las pinceladas en color negro y unas pinzas de freno en color rojo, terminan por definir una personalidad muy propia de los del ‘rombo’.
Desde el principio del proyecto se decidió montar neumáticos Michelin Pilot Sport SP2. De este modo, la primera sesión de trabajo se pudo centrar en los reglajes mecánicos de los trenes. Al igual que lo hace un equipo de carrera, se revisaron las distintas opciones: rigidez de los muelles, valving y topes de amortiguadores, barras estabilizadoras…
Este motor turboalimentado de dos litros se adapta a un cambio manual de seis velocidades. La suspensión anterior es independiente y la posterior responde a un eje flexible de perfil abierto del tipo empleado en el Clio R3T de rallyes.
Además de su presentación en el marco del Gran Circo, este Clio RS16 –recibe el mismo nombre que el Fórmula 1- se verá en el próximo Goodwood Festival.
Ficha técnica Renault Clio RS 16