La capital española presenció la victoria de José Antonio ‘Cohete’ Suárez-Cándido Carrera, quienes a los mandos del Hyundai i20 R5 mostraron un fuerte ritmo, ganando la prueba de principio a fin.
Como viene siendo habitual, Suárez-Carrera, pese a tener medios y nivel suficiente para convertirse en campeones nacionales, se han visto lastrados con una serie de infortunios que les han apeado en la clasificación. Asimismo, el título nacional aún estaba en juego, aunque se preveía que Miguel Fuster-Ignacio Aviñó tenían todas las papeletas para llevárselo al volante de su Ford Fiesta R5, como sucedió finalmente tras amarrar la tercera plaza 
en la última pasada por el Circuito del Jarama. Fuster iba a salir en tensión, ya que debía acabarlo; se le podía ver antes de salir a los tramos revisando que todo estuviera en perfectas condiciones, pues en caso de algún retraso podía perder el título, y es que debía llegar al menos quinto para ser campeón.
Por otro lado, Suárez tuvo una dura pugna con el equipo campeón en 2017, Iván Ares-José Antonio Pintor, a quienes les faltó solamente 11,7 segundos para alcanzar a ‘Cohete, después de firmar un positivo rally como broche a una peleada temporada con un Hyundai i20 R5, vehículo al que le faltó la última evolución a principios de temporada. Fuster, como comentamos unas líneas más arriba, sería tercero, pero no fue hasta la última cronometrada donde lo conseguía. Efrén Llarena-Sara Fernández eran quienes marchaban en tercer lugar a bordo del Ford Fiesta R5. Los cántabros, que se subían a una montura R5 por primera vez, fueron uno de los protagonistas al marcar tiempos de cabeza desde el primer tramo, pese a que un trompo en la quinta especial les lastraría hasta verse relegados a la cuarta plaza por escasos 1,5 segundos.
La categoría N5 volvería a tener en los Suzuki Swift a los dominadores de la misma. Javier Pardo-Adrián Pérez eran el binomio a batir, ganando la mayoría de tramos, sin embargo abandonaría en el último tramo por rotura de la caja de cambios y dejaba a sus compañeros Joan Vinyes-Jordi Mercader el honor de ser el N5 más rápido. Además de liderar la categoría N5, el andorrano ganaba el campeonato nacional en ese apartado, lo que supondría un triunfo más para su dilatada carrera.
Por detrás de los Swift se situaría el Kia Rio N5 de Ángel Paniceres-Francisco Javier Álvarez, que ha ido sumando importantes kilómetros para la próxima temporada; cerraban el pódium de la categoría Alberto San Segundo-Eva Navas, que debutaban en el Clio N5 con el que intentarán estar presentes en la temporada 2019.
En Madrid también debutaba fuera de su territorio el equipo canario formado por Guayasén Ortega-Daniel Quintana, 
tripulando para la ocasión un Peugeot 208 R2, oportunidad que se ganarían gracias al trofeo ‘Volante BP’ propuesto por la FALP. No lo iban a desaprovechar, pues los canarios ganaron la categoría R2 tras una dura lucha con José María Reyes-Diego Sanjuán, un equipo ya experimentado a los mandos del Peugeot 208 y que se lo puso muy difícil a los canarios.
Cabe destacar también la amplia presencia de vehículos GT, a priori con posibilidades a la victoria, pero que se vería mermada tras la desaparición en el primer día de Fernando Navarrete-Alex 'el Kuku' Noriega (Porsche 997 GT3) y el segundo de Álvaro Lobera-Alba Sánchez (Porsche 997 GT3). Con este panorama sería el equipo Abarth, formado por Alberto Monarri-Rodrigo Sanjuán y el habitual Fiat 124 Rally, el que se llevaría el gato al agua, ganando así el rally de casa.
En cuanto a la copa monomarca Suzuki Swift, el título final recaería en manos de Daniel Berdomás, copilotado en esta ocasión por el canario David Rivero, después de aventajar en 8 puntos a su equipo perseguidor, Alfredo Tamés-Ramón Suárez, lo que deja patente la gran competitividad que existe en este certamen.
Fotos: Javier Viera