Carlos Jorge y Sergio Marrero, en su segunda cita con su nuevo Ford Escort MKII, disfrutaron en Cantabria de una prueba espectáculo que contó con miles de aficionados en la cuneta. Tuvieron la oportunidad de seguir conociendo el nuevo coche tanto en asfalto seco como mojado.
El Rallye Festival Trasmiera disputado en Cantabria ha significado una nueva experiencia para el equipo Digital Fone Competición. Carlos Jorge y Sergio Marrero iban a cubrir su segunda experiencia en tierras peninsulares y, para ello, qué mejor que volver a contar con el Ford Escort MKII que ya estrenaron hace unas semanas en el ‘Solo Escort’. La experiencia, como ellos la describen, no pudo ser mejor.
“El objetivo principal de seguir probando el coche ha ido genial”, destacó el piloto de Digital Fone Comunicaciones, Helly Webber y Kuxbo accesorios originales nada más acabar la experiencia en tierras cántabras. En una cita que contaba con siete pruebas especiales sin la condición de ser cronometradas, era una ocasión ideal para los canarios de cara a seguir familiarizándose con la nueva máquina. Además, “tuvimos la oportunidad de rodar nuestros primeros kilómetros en asfalto seco con este coche”, recuerda Carlos Jorge, que llegaba junto a Sergio Marrero de un ‘Solo Escort’ tremendamente difícil por lo resbaladizo del terreno. “Nos marchamos de Cantabria con unas buenas sensaciones y muy contentos por nuestra evolución y adaptación al Ford”, asegura el piloto de Digital Fone Competición.
En términos generales ha sido un gran fin de semana, no sólo por seguir esa hoja de ruta que permita completar la adaptación al MKII, sino “por la atmósfera que hemos vivido a lo largo de todos estos días. El entorno ha generado un ambiente en el que todos hemos disfrutado muchísimo y también nos llevamos ese recuerdo”. Como apunta Carlos Jorge, “nuestra participación aquí ha sido muy positiva”.
Otro detalle importante para los de Digital Fone Competición es haber recuperado el ritmo que ofrece la competición. Hay que recordar que Carlos Jorge y Sergio Marrero llegaban a Cantabria después de unos dos meses sin enfundarse el mono de competición. Después de casi 80 kilómetros de velocidad las citas de junio se afrontarán con un tono muy diferente.
Y es que Jorge-Marrero encontrarán en unos días dos citas importantes. Por un lado la Subida de Güímar, la que es la carrera de casa y, apenas una semana después, le tocará el turno a la edición número 25 del Rallye Villa de Granadilla, un escenario en el que se juegan buena parte de sus opciones en el autonómico de regularidad sport. “En ese sentido era importante volver a competir y romper de alguna manera el hielo después de estas semanas sin actividad”, concluye un Carlos Jorge que regresa de tierras peninsulares sumamente feliz.