PUBLICIDAD
En 1990, Renault sustituyó un valor seguro como el R5 para colocar sobre el tapete un producto llamado Clio. En aquel momento, esa arriesgada apuesta se tradujo en el premio de ‘Mejor Coche del Año’, galardón que también conquistó en 2005 la tercera generación. La cuarta, que se lanzó al mercado en 2012, no logró esa corona, pero sí que ha representado una lectura igualmente positiva. Cada año, sus ventas se han mantenido al alza, obviando la curva natural de todo producto.
Con esos antecedentes, el quinto capítulo de esta saga tiene un reto indudable. En Canarias, casi por partida doble, ya que en sus casi 30 años de historia se han venido cerca de 70.000 unidades (15 millones en todo el mundo, un millón de ellos en España) y, además, convive en uno de los segmentos más competidos.
De algún modo, la puesta en escena del Clio V ha querido romper con lo anterior. Su aspecto exterior –incluido el exclusivo color Naranja Valencia- mantiene las formas aún a pesar de haber cambiado el cien por cien de las piezas. El diseño interior también rompe con lo conocido y, todo, se apoya en una tecnología de vanguardia.
Diseño exterior
El equipo de diseño ha logrado mantener el mismo aire de la gama y, a su vez, del resto de hermanos de la familia 
Renault. Esculpido con tacto, se ha mimado su aerodinámica en aspectos como el capó, los limpiaparabrisas escamoteados, la rejilla delantera o, incluso, en el fondo. ¿Algo de experiencia del equipo técnico de Fórmula 1? Es muy probable.
Detalles de estilo Premium, como los acabados cromados del exterior, o sutiles apuntes deportivos, como sus paragolpes o las llantas, le ubican en un escalafón superior, ese del que siempre hizo gala.
Esta quinta generación se apoya en una nueva plataforma. Además de mejorar el coeficiente aerodinámico, con lo que ello redunda en aspectos de consumo e insonorización, presenta unas cotas (4.050 mm de largo) más contenidas. A pesar de ello, el habitáculo ha sido mejor aprovechado, entre otros detalles, porque el motor se ha podido disponer en un punto más adelantado.
La nueva arquitectura ofrece una menor resistencia al balanceo, lo que unido a una dirección más reactiva pone en bandeja la posibilidad de disfrutar de una conducción más dinámica. A ello contribuye un peso general que se ha reducido en 20 kg.
Ya en el habitáculo, se aprecia una amplia pantalla de 9,3 pulgadas y un panel de instrumentos digital que demuestra los avances tecnológicos del Renault Clio V. Por otro lado, los asientos se han optimizado para acoger a sus ocupantes y de paso para ganar algunos centímetros de espacio. Entre los dos delanteros dispone de una consola central que se ha adelantado 13 cm. El maletero también ha crecido y su umbral de carga se ha optimizado.
Motorizaciones
La oferta de esta nueva entrega se apoya en nuevos propulsores, como el tres cilindros de gasolina de un litro de 
cilindrada con 100 CV de potencia y distribución por cadena. Con este mismo combustible está disponible un 1.3 de 130 CV automático de siete velocidades, a la espera de una versión de 75 CV y una de GLP. En diésel, un 1.5 dCi con 85 y 115 CV, ambos manuales de seis velocidades, completan la oferta.
La gama contará con cuatro modos de conducción: Normal, Eco, Sport y My Sense. Como novedad, contará con el sistema ESE, el cual llevará hasta el habitáculo el sonido del motor que el conductor desee.
Próximamente, el Renault Clio V contará con su primera versión híbrida. La misma se está desarrollando a partir de la tecnología cien por cien eléctrica de la firma del rombo.
La nueva entrega del Renault Clio V se presenta en cuatro niveles de acabado: Life, Intens, Zen y la más deportiva, la RS Line. El precio de partida lo encontramos en 12.400 euros, concretamente el correspondiente al motor TCe 100 con el segundo de los acabados indicados.
Fotos: Gustavo Alonso
