Nadie duda de su calidad y capacidad para rodar a toda velocidad en cualquier tramo del mundo. Sebastien Ogier es un piloto que marcará época, por sus prestaciones y por su personalidad. Lo demostró en el mundial Júnior, en su primer ‘Monte Carlo’ con un coche ganador e, incluso, plantándole cara a todo un Sebastien Loeb. Le echó valor para pasar un año entero con un S2000 a la espera de la llegada del Volkswagen Polo R WRC con el que ha triturado a sus rivales. Tiene todas las condiciones para pasar a la historia pero, en su contra, juegan unos rivales que no llegan a estar a su altura. Por las condiciones que sea.
Sebastien Ogier ha aprovechado este tiempo para situarse como el cuarto piloto con más títulos mundiales, sólo por detrás del mencionado Loeb y de sus compañeros Tommi Mäkinen y Juha Kankkunen aunque, eso sí, es uno de los tres –junto a Seb y Tommi- que lo ha hecho de manera consecutiva. Con la corona conquistada en Australia ha superado a unos apellidos ilustres: Röhrl, Biasion, Sainz y Grönholm.
A diferencia de ellos, Sebastien Ogier no ha tenido rivales a su altura que, cuando menos, le hagan estar contra las cuerdas a lo largo de toda una temporada. Se echan en falta golpes certeros -aprovechando el símil pugilístico- por parte de sus rivales, una chispa que vuelva a encender el interés por el WRC. Bien es cierto que cuenta, al menos sobre el papel, con la mejor máquina que actualmente compite en el mundial. Pero con una similar compite Jari-Matti Latvala que, como si portase un corazón latino en lugar del escandinavo que se le supone, no es capaz de hacerle sombra a su compañero de equipo. Sus continuos errores le privan de llegar a final de temporada con opciones al título.
Ogier ha ganado cuando ya Loeb ha dicho adiós, y cuando éste ha decidido volver a tiempo parcial sí que lo ha puesto contra las cuerdas. Mientras, en Citroën Racing no han sabido reponerse y cuentan en su escuadra con dos pilotos tan rápidos como irregulares: Meeke y Ostberg. Muy cerca de ellos está una escuadra privada como la de M-Sport, que ya bastante hace con salir a cada prueba del mundial. Los que parece que se van acercando son los de Hyundai Motorsport. El equipo en el que milita Dani Sordo aspira a todo, pero a partir de 2016…
Sin duda Ogier es un fuera de serie con hambre de victoria. Nadie niega la capacidad y tesón que le imprime a cada rallye del mundial donde participa. En el fútbol dicen que a Messi le falta ser campeón del mundo para ser el mejor de la historia; en los rallyes a Ogier le falta competencia para demostrar que, aún así, seguiría siendo campeón del mundo.