Las declaraciones de Sergio Vallejo sobre los reconocimientos ilegales han producido infinidad de reacciones y, lo que se suponía que debía unir a todos por el bien de los rallies, ha formado una guerra en redes sociales que quedará para la historia. Una vez más, el CERA se ve envuelto en polémica.
Primero retrocedamos un poco en el tiempo. En 2013 la polémica vino a razón del Mini John Cooper Works WRC de Luis Monzón, un vehículo de la máxima categoría mundial y con un rendimiento muy superior al resto de monturas. En 2014, la famosa guerra entre los hermanos Vallejo y la RFEdA por la homologación del Porsche 911 GT3 versión 2010. El año pasado el problema era la llamada ‘Copa Porsche’, ya que los vehículos alemanes copaban las primeras posiciones allá por donde fueran.
Este año empezábamos con la brida a los Porsche, que provocaba una desbandada de los pilotos hacia vehículos R5. Una vez comenzada la temporada y tras el Rally Villa de Adeje, se observa que los Mitsubishi Lancer Evo X N+ tienen un rendimiento superior a los R5, pero como esta temporada es de transición hacia una normativa FIA no había problema, o eso comentaban los propios pilotos. Y ahora, como parecía poco, Sergio Vallejo incendia las redes tras publicar en una red social su opinión respecto a los entrenamientos ilegales.
Creo que todos estamos de acuerdo en que los entrenamientos ilegales, fuera del horario o días permitidos es uno de los problemas que han existido siempre en el automovilismo. No es raro ver circular vehículos a gran velocidad por tramos semanas previas a un rally. Algunos evitan hablar del tema para no culpar a nadie, creando una especie de corporativismo que da realmente mucha pena. Otros lo ven como algo normal pero lo triste es que esta mala práctica está más que aceptada en este mundillo, grave error.
Casualmente en un año en el que los resultados meramente deportivos no acompañan al equipo Vallejo, marcha cuarto en la clasificación general del campeonato, saca a relucir este tema. Y precisamente en un rally que va a estar muy disputado, con pilotos como Luis Monzón o Iván Ares con vehículos R5, en el que estrenaban la famosa evolución en su Citroën DS3 R5 y, se supone, no iban a tener los problemas de los que llevan quejándose toda la temporada.
Hay que buscar soluciones. En declaraciones de Jorge del Cid, la RFEdA ha comunicado en una reciente reunión que no pueden hacer nada a pesar de saber quién o quienes han entrenado de manera ilegal. Pero hay mil maneras para intentar corregir esto, desde sanciones económicas hasta la exclusión de la prueba. Lo que no es lógico es mantener la normal tal y como está. En otros países como Francia la sanción es la retirada de la licencia durante dos años. Es una medida que personalmente considero excesiva, pero que podría evitar la tentación de realizar estos entrenamientos ilegales.
Lo realmente cierto es que, por donde pasan algunos pilotos, no vuelve a crecer la hierba.