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Me gustaría empezar este pequeño artículo de opinión pidiendo disculpas, no sólo a Martin Järveoja, si no a todos los copilotos. Aunque muchas veces sea sin maldad, rara es la ocasión en la que los copilotos gozan del protagonismo que merecen como sus pilotos.
No es algo que sólo haga yo, desde mi pequeño apartado en esta web, si no que ocurre con muchos periodistas, entre los que, obviamente, no me incluyo. No porque no lo haga, si no porque ni soy periodista ni pretendo serlo.
Es triste, y me di cuenta ayer mismo. Mi titular: “Tänak, campeón del mundo”. No le di mayor importancia hasta que, más tarde, entre a Facebook y vi una foto de Järveoja con este texto: “Tú también eres campeón”.
Y es triste, por lo menos en lo que a mí respecta, porque aunque todas las modalidades del automovilismo son en equipo, cuando llega el momento de la verdad, sólo en los rallies se mantiene ese ‘equipo’.
Por eso este artículo, porque este fin de semana dos estonios han terminado con una dinastía de quince años de dominio francés y, aunque yo no lo dije en su momento, Martin Järveoja, y su piloto Ott Tänak, se han coronado campeones del mundial de rallies.
Desde el humilde lugar que me ha permitido MotoraDiario.com para poder expresarme como simple y llano aficionado, reitero mis disculpas.
