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Canarias
A punto de llegar al ecuador del mandato de Benito Rodríguez al frente de la Federación Canaria de Automovilismo, un espacio de tiempo en el que la capacidad de gestión ya puede ser justamente valorada, surgen todo tipo de interrogantes al respecto. Si en 2019 algunas situaciones dejaron en entredicho tal aspecto (ya comentadas en MotorADiario.com), la crisis del Covid-19 no ha hecho sino subrayar los límites de una gestión deportiva que no pasará a la historia.
El dichoso coronavirus ha llegado para quedarse. Ello va a afectar a todas las escalas y, como se está viendo, el deporte no va a escapar de sus tentáculos. Ante esa tesitura, los gestores del deporte han de sacar todas sus galas por el bien del mismo, siendo ágiles en la toma de decisiones, acertados en el giro de la mismas y claros ante los cambios que se puedan avecinar. En definitiva, un buen equipo de trabajo que piense, las 24 horas del día, en la salud e imagen del conjunto.
Para empezar por el principio, el 26 de junio de 2020, a las 18:23 h, la FCA emitió un comunicado de prensa que se titulaba así: ¡Aprobado el CCRA 2020! En él, se anunciaban los cambios del certamen regional de rallyes sobre asfalto, las pruebas que sustituirían a otras, etc. Un apunte clave es que los resultados a retener también habían cambiado, pasando de sumar un total de seis rallyes a “retener todos menos uno de las pruebas celebradas”. De momento, lo único que hay al respecto es, precisamente, esa nota de prensa, porque a 22 de agosto de 2020, el Anuario, la Biblia sobre la que se sustenta todo certamen, no ha sido actualizado. Ver para creer. Vista la calidad del campeonato en este terrorífico 2020, es de absoluta urgencia que los rectores de nuestro amado deporte estén a la altura de las circunstancias. Cabe recordar que el certamen echó a andar el 14 de agosto con motivo del 59º Rallye Isla de Gran Canaria.
Sobre el titular de este artículo de opinión, que aprovecho para volver a destacar, ‘la FCA se queda sin ideas’, quiero comentar lo siguiente. La caída del Rallye La Palma Isla Bonita y la posible entrada del Rallye Comarca Norte –como sustituto- es, a mi modo de ver, una variable positiva de cara a salvar el certamen en una situación tan difícil. Una idea, la de introducir el ‘Comarca’, que tampoco ha nacido en la sede de la FCA.
Por otro lado, es una fórmula que hoy atenta contra la base del reglamento, que deja bien claro que puntuarán dos pruebas en La Palma, dos en Gran Canaria, dos en Tenerife y una en Lanzarote. Todo eso ha cambiado, porque ni por exceso ni por defecto nada se va a ajustar a lo acordado en la Asamblea de la FCA.
El coeficiente del ‘Isla Bonita’, el más alto junto al ‘Isla de Lanzarote’ con 1.5, tampoco puede ser una cuestión que caiga en herencia, dado que es un argumento para incentivar la participación en las islas periféricas.
Ante estos escollos, y en casi medio año que llevamos con la crisis sanitaria a cuestas, la Federación Canaria de Automovilismo se ha quedado sin argumentos, sin ideas y, por ello, anda en un laberinto sin salida aparente. Por ello, aquí van algunas propuestas formuladas como preguntas que, en algún caso, se podían haber adaptado a la fecha en la que vivimos.
¿Un rallye por isla para un total de cuatro?
¿Dos rallyes por provincia, independientemente de la isla?
Y de haber un tercer rallye en la misma isla, ¿qué tal que tuviese coeficiente 0.5?
¿Un rallye en cada provincia y un tercero a modo de súper final?
La cuestión, estimado lector, es encontrar una vía de salida atractiva y asumible en el momento más crítico que nuestra generación ha podido conocer. Dar continuidad a lo que existía no requería de ningún cambio a nivel político/deportivo. En casos así es cuando el deporte necesita de soluciones brillantes, de personas con ideas y, sobre todo, de gente comprometida con una especialidad en donde la pasión debe inyectarse en altas dosis.
Como amante del Campeonato de Canarias y de su historia, espero y deseo que podamos disfrutar de un intenso certamen. Los equipos se han volcado más que nunca, acercando a nuestra tierra máquinas de última generación, y ese simple detalle requiere el esfuerzo de todas las partes implicadas, más allá de figurar en fotografías para ver quién lleva la camiseta mejor planchada.
Foto: Gustavo Alonso
