Luis Felipe Monzón Artiles, a sus 56 años, dominó, al menos de cierta manera, la primera etapa del Rally Islas Canarias. Se colocó líder de la prueba tras el tercer tramo, posición que no abandonó hasta que, más tarde, decidió abandonar.
Pero vayamos a algunas semanas y meses antes. RIC 2021. Finaliza octavo absoluto, quinto del nacional y segundo del regional. Terminó por detrás de hombres que repitieron en la edición de este año como por ejemplo Efrén Llarena, Simone Campedelli o Enrique Cruz. Un Cruz al que, por cierto, a pesar de un error del tinerfeño, no pudo vencer en el Rally Villa de Santa Brígida, primera cita del regional 2022.
La primera etapa de Monzón fue un auténtico espectáculo. Porque a parte de liderar una prueba del europeo a su edad, algo que elogiaron rivales como Yoann Bonato o pilotos mundialistas como Craig Breen, le estaba ganando a los mismos que, apenas unos meses antes, no ganó.
Para darle magnitud, a Enrique Cruz, con quien normalmente se juega las victorias en el regional, le iba endosando casi medio minuto en el momento antes del abandono. Vayamos a este hecho concreto.
Una serie de catastróficas desdichas. Esa es la mejor definición que encuentro a lo ocurrido. Monzón y Déniz entran al Control Horario del tramo de Arucas. En esos instantes sale a tramo el polaco Gregorz Grzyb, que pierde el control en la primera curva y vuelca. El tramo se para. Durante esos minutos, ambos comprueban que su neumático delantero derecho tiene un tornillo clavado. Drama.
Cambiar la rueda en esa zona conlleva descalificación, por lo que deciden intentar acabar el tramo con la rueda así y, si había suerte, poder cambiar en el siguiente enlace. La rueda no aguantó y tuvieron que parar a cambiar la rueda. El sueño se acababa.
Sin opciones a la victoria, deciden abandonar. ¿Falta de deportividad? Quizás. Pero seamos sinceros, Monzón corría para ganar este rally, ser 10º o el podio regional daban igual, el objetivo era uno y, con el pinchazo, se había desvanecido.
Luis tiene 56 años, no tiene que dar explicaciones a nadie y hace lo que quiere porque puede, otros no tienen esa opción. Y si no le motiva, no le apetece, o no quiere correr sin opciones, a lo mejor debemos respetarlo.
Para terminar, sólo me gustaría comenta que, aunque el sábado al final terminara a 2 minutos o abandonara, como ocurrió, la primera etapa esa no se la quita nadie y es algo que la afición debería darle el valor que merece.
Imagen: Gustavo Alonso