La marca coreana propone una berlina atractiva que no sólo presume de esta cualidad. Hemos tenido acceso a la versión que equipa el propulsor diesel con 136 CV de potencia.
Comercializado en España desde 2012, se presenta -casi dos años después- con un lavado de cara que le sienta como anillo al dedo. Para el cliente canario es absoluta novedad además de ser primicia nacional y, nos consta, que su llegada a los concesionarios ha sido bien recibida.
Y es que si algo tiene este nuevo integrante del segmento D es buena presencia. Es elegante desde cualquier punto de vista. La vista frontal del KIA Optima es equilibrada, moderna y muy bien lograda. El tridente que forman los grupos ópticos delanteros y su amplia parrilla ocupan buena parte de la vista anterior, mientras que la zona baja del paragolpes incorpora –en la unidad probada ya que no es de serie en todos los acabados- los faros LED de cuatro puntos ya vistos en el pro_cee’d GT.
Avanzando en su línea encontramos una vista lateral donde el mayor porcentaje
se lo llevan los elementos sólidos de la carrocería. La integración con el resto ha sido exquisitamente elaborada, primero con una aleta delantera de tintes deportivos, un pilar B muy dinámico con nervaduras en la zona baja de las puertas, una marcada línea de cintura y, por último, la integración de las ópticas anterior y posterior pellizcando el lateral. La zaga completa el traje del KIA Optima en la misma línea que el resto del conjunto, es decir, suaves trazos que dan forma a un berlina esculpida con mimo. Las ópticas traseras tienen un peso importante, mientras que el portón del maletero sí, como intuíamos en nuestro artículo previo, facilita la carga con su baja línea de acceso.
Un interior enfocado a todos
El KIA Optima está pensado no sólo para el conductor, sino para el resto de ocupantes. Evidentemente el puesto de conducción juega un papel fundamental y, al menos en la unidad probada, es realmente apetecible ponerse a sus mandos. A pesar de las dimensiones la visibilidad es, nunca mejor dicho, óptima, al igual que la disposición de los mandos. El salpicadero está orientado al conductor, y desde la consola central –según equipamiento esta zona acoge la doble pantalla táctil que guía el sistema de infoentretenimiento- es fácil gestionar todas las opciones que nos ofrece la berlina coreana.
La calidad percibida del KIA Optima, unido al resto de sus cualidades, le ubica como un claro competidor para sus rivales. La misma es palpable en el conjunto los asientos, los paneles de las puertas y el volante, entre otros. Los asientos son cómodos, y no dan razón para acusar aspectos negativos en trayectos de largo recorrido. En la misma línea, el espacio para los pasajeros anteriores y posteriores está muy bien logrado, jugando un papel importante la distancia entre ejes.
Flash KIA Optima 1.7 CRDi
En marcha
Para esta prueba dinámica hemos contado con la variante diesel, en lugar de la 2.0 MPI de gasolina con 165 CV, las dos opciones que encontrará en los concesionarios de KIA Canarias. Nuestro propulsor es un 1.7 CRDi VGT con 136 CV y 325 Nm de par motor a 2.000 rpm. Ese es uno de sus puntos fuertes, ya que desde un número relativamente bajo de revoluciones es capaz de mover la masa de un vehículo como el KIA Optima.
El Kia Optima explota todas sus virtudes en vía rápida. La rumorosidad aerodinámica prácticamente ha desaparecido gracias al trabajo en la suspensión y los diferentes aislamientos claves, pudiendo rodar a velocidades elevadas sin sufrir inconvenientes al respecto. El único punto negativo es el sonido del motor cuando le exigimos algo de carga, pero sólo y exclusivamente bajo esta circunstancia, porque de resto va como la seda. Los números de este 1.7 son los siguientes: 5,1 l/100 km de consumo medio y 133 gramos de CO2 por kilómetro.
Otro aspecto a su favor es el cambio automático de seis velocidades. Nuestra unidad de prueba incorporaba además levas en el volante, sumamente cómodas cuando deseábamos hacer uso de ellas. Con esta opción de cambio alcanza los 100 km/h con salida parada en 11,5 segundos, es decir, 1,3 más lento que la opción manual. Alcanza los 200 km/h.
El precio del Kia Optima en su variante diesel, con el acabado Concept –a éste le siguen el Drive, Drive+ y Emotion- es de 23.900€, encontrando apenas 200€ más en la versión de gasolina.
Como conclusión, el KIA Optima tiene buena parte de la batalla ganada con su imponente presencia. Es cierto que las berlinas de última generación se han beneficiado de unas creaciones extraordinarias, por lo que para ganar al cliente final hay que ofrecer un buen número de añadidos. En este sentido el Optima dispone de diez colores de carrocería y los cuatro niveles de acabado ya comentados, por lo que completa un menú variado para acercarse al gusto de sus potenciales clientes.
Artículo de lanzamiento
Texto: Javier Viera | Fotos: Gustavo Alonso