Una cuestión de acierto

Kia Sportage 1.6 T-GDi GT Line Premium

El Sportage es uno de los pilares en la gama de producto de Kia. Por ello, la puesta en marcha de una nueva generación, o la actualización de cada una de ellas, se mira con lupa. La competencia es feroz, posiblemente la más agresiva que haya podido contemplar la historia del automóvil, de ahí que las marcas se esfuercen en mejorar cada producto, beneficiando con ello al cliente.

En Kia pueden estar tranquilos. La actualización de la última generación del Sportage mejora aún más un producto que había llegado a Canarias a comienzos de 2016. Los sutiles y acertados cambios estéticos a nivel externo le confieren al todocamino asiático una estampa mucho más sugerente, renovación que coincide con la puesta al día del motor 1.6 T-GDi de 177 CV, ahora evolucionado para reducir las emisiones. De hecho, en MotorADiario.com nos hemos puesto a los mandos de esa opción en su configuración 4x2 con cambio manual de seis velocidades y su nivel de equipamiento más alto, el GT Line Premium.

Estética
La actualización de la cuarta generación del Kia Sportage es fácilmente reconocible pero, a su favor, cuenta con acertados retoques en su exterior. En la vista frontal se encuentran ahora unas ópticas redefinidas. Siguen situadas en un plano elevado, lo que genera una sensación más poderosa. Las luces diurnas y los faros antiniebla también se han modificado para asentarse en esta actualización.

El Sportage ha dado un paso al frente en cuanto a estilo, y eso se ve reflejado en otros detalles. La parrilla ‘tiger-nose’ cuenta ahora con un acabado brillante o negro mate, mientras que el paragolpes delantero incorpora nuevas inserciones en negro, confiriéndole un extra de deportividad.

En la parte trasera también se ha entrado en detalle, tanto en elementos clave como las ópticas, como en los paragolpes y reflectores integrados. Sus llantas van desde las 17 hasta las 19 pulgadas, mientras que la carrocería se puede vestir entre 11 colores diferentes, cinco de ellos nuevos.

Es un modelo que mantiene sus 4.485 mm de longitud, 1.855 mm de ancho y 1.635 mm de alto. La distancia entre ejes está fijada en 2.670 mm y su maletero en 503 litros –con portón de apertura eléctrica según equipamiento-, con capacidad para llegar a los 1.492 con los asientos traseros abatidos. En cuanto a sus dimensiones, sólo las versiones GT Line incrementan la longitud en 10 mm debido al empleo de un paragolpes específico.

GT Line Premium
Precisamente esa opción es la que más deportividad sugiere, además de un cierto aire Premium que no disimula. La parrilla frontal en negro brillante, los faldones cromados, las inserciones en los paragolpes y molduras laterales, los faros antiniebla en forma de ‘cubito de hielo’, la doble salida de escape y sus llantas de 19 pulgadas, terminan por dar forma a un todocamino que es capaz de robar cualquier mirada.

En su interior, Kia ha renovado el volante con mandos integrados y ha rediseñado el salpicadero. Según el nivel de acabado, puede acoger una pantalla táctil de siete pulgadas o de ocho. Entre sus exquisitos remates emergen ahora unos difusores de ventilación con unos biseles más estéticos.

El espacio para los ocupantes sigue siendo muy generoso. En las plazas delanteras, la consola central es amplísima y, justo delante de la palanca del cambio, se encuentra el alojamiento del cargador inalámbrico para smartphones.

Flash Kia Sportage 1.6 T-GDi GT Line Premium

Dinámica  La combinación de potencia y agilidad, al contrario de lo que pueda parecer, le permiten rodar a un buen ritmo bajo cualquier circunstancia.	Estética I  Donde más se perciben los cambios es en el frontal. Las ópticas ofrecen un nuevo diseño, mientras que elementos clave como la parrilla 'tiger-nose' también se han puesto al día.	Estética II  La parte trasera también ha recibido retoques. Las ópticas, como no podía ser de otra forma, centran la atención. La deportividad ha ganado enteros con esta entrega.
Llantas de 17 a 19 pulgadas  La pisada del Kia Sportage en su última generación ha ganado en contundencia. Llantas de diseño y de generosas dimensiones acompañan al resto del conjunto.	Transmisión  Según el motor, el modelo puede montar cambio manual de seis velocidades o uno automático. La versión 1.6 T-GDi que hemos probado equipa tracción 2WD o 4WD.	Tecnología  En su rediseñado interior podemos encontrar, según equipamiento, una pantalla táctil de 7 u 8 pulgadas y cargador inalámbrico de smartphones, entre otros detalles.

Motor de 177 CV
La versión 1.6 T-GDi 2WD con cambio manual de seis velocidades y 177 CV es la que mayor velocidad punta alcanza. Llega hasta los 205 km/h, por los 201 km/h del 1.6 T-GDi 4WD y los 182 km/h del 1.6 GDi 2WD. La unidad que hemos probado alcanza los 100 km/h en 9,2 segundos, es apenas una décima más lento que el 4WD.

Su par motor es de 265 Nm, una fuerza que se empieza a hacer notar desde las 1.500 rpm hasta las 4.500. Su consumo combinado se sitúa levemente por encima de los 7,5 l/100 km, mientras que las emisiones de CO2 quedan por debajo de los 180 g/km. Aunque por escaso margen, es la versión que más consume y más CO2 emite de las tres mencionadas. Por otro lado, su depósito de combustible, de 62 litros, ofrece la posibilidad de contar con una importante autonomía.

Desde el punto de vista dinámico, la respuesta es sorprendente. La entrega de potencia a tan bajas revoluciones permite al usuario conducir con una cierta agilidad, tanto en ciudad como fuera de ella. El cambio manual de seis velocidades está bien escalonado y trabaja en perfecta sintonía con el propulsor de 1.6 litros. En vías rápidas, engranar la sexta velocidad supone bajar el motor de revoluciones, estabilizándolo en el margen de las 2.000/2.500 rpm a 100/120 km/h, es decir, a la velocidad máxima que nos permiten rodar nuestras carreteras.

Como hemos comentado en otras pruebas, rodar a esa velocidad a un régimen bajo de revoluciones genera varios beneficios. Uno es el acústico, que gana enteros si el aislamiento de la cabina está bien logrado, como es el caso, y otro detalle es el menor desgaste al que está expuesto el motor. En ese sentido, cabe recordar que su distribución es por cadena. De ese modo, el coste de mantenimiento se reduce de manera notable. Un detalle al que se unen los siete años de garantía de Kia o, en su defecto, los 150.000 kilómetros.

La actualización de la cuarta generación del Kia Sportage arranca con un precio de 16.490€. Las instalaciones de Kia Canarias ya acogen este modelo en todo el archipiélago.

Catálago Kia Sportage 2019

Fotos: Gustavo Alonso