Llevan toda la temporada peleando en distintos frentes, a veces en las mismas pruebas y en otras ocasiones de manera más distante. Compiten con un grupo N y un GT, pero a falta de dos carreras para concluir llegan más igualados que nunca.
El subcampeonato de Canarias de rallyes sobre asfalto aún está en el aire, y la balanza de momento se inclina a favor del Mitsubishi Lancer Evo IX de Eduardo Domínguez. Marco Lorenzo por su parte llega en una clara línea ascendente, y en un rallye que ya el año pasado se le dio extraordinariamente bien, tendrá que aprovechar todo el potencial del Porsche 911 GT3 para reducir los 33 puntos de desventaja que ahora tiene en la clasificación del campeonato canario.
El Rallye Isla Tenerife es una cita de máximo coeficiente (12), y ninguno de los dos tiene un resultado de este calibre en su casillero, ambos al no participar en el Rallye Islas Canarias, la otra prueba de máximo rango en el calendario.
Acabar bien clasificado en este rallye puede ayudar, y mucho, a alcanzar un subcampeonato que hasta el Rallye de Maspalomas, incluso, podría estar en el aire. De llegar a esa cita ambos tratarían de mejorar sus resultados personales, ya que con la prueba de Tenerife tendrían el cupo completo en lo que a resultados a retener se refiere.
Domínguez además podrá celebrar este fin de semana, casi con total seguridad, el campeonato regional de grupo N, un apartado que en la recta final de temporada le ha sido más fácil que al comienzo, aunque bien es cierto que ha debido luchar contra rivales poco habituales en el certamen, como le sucedió en su reciente visita a La Palma.
Texto y fotos: Redacción