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Sean Johnston acometerá en 2020 uno de sus planes más ambiciosos, impulsado por la ola y el buen regusto que le dejó su participación en el pasado Rally de Montecarlo, donde consiguió el triunfo de la categoría a bordo de un Peugeot 208 R2. Junto a su compatriota Alex Kihurani, la dupla estadounidense se convirtió en la primera tripulación del país norteamericano que consigue una victoria de clase dentro del WRC.
Ahora, tanto Johnston como Kihurani, ponen rumbo a una temporada dentro Campeonato del Mundo de Rallyes en el que participarán a bordo de un Citroën C3 R5 del equipo Saintéloc Racing con el objetivo puesto en la categoría WRC3.
Aunque sus planes iniciales eran los de comenzar en el Rally de Portugal, los planes del piloto estadounidense en el WRC se han tenido que posponer debido a la cancelación de la prueba lusa que un principio se iba a disputar en el mes de mayo.
Johnston experimentó la sensación de llevar un vehículo 4x4 en el Rally de Hungría, cita que cerraba el calendario del FIA ERC 2019, donde consiguió acabar en octava posición. Previo a esta prueba, su experiencia en rallyes se limitaba a conducir vehículos de tracción delantera, en su mayoría de la categoría R2. El pasado año, Johnston combinó un calendario que le llevó a pilotar un Ford Fiesta R2T en el JWRC y un Peugeot 208 R2 en el ERC 3.
La participación en Hungría en 2019, tenía la intención de familiarizarse con un vehículo de tales características para así enfocar los objetivos del presente año, en el que Johnston tenía previsto afrontar un programa corto de cuatro o cinco pruebas sobre tierra, una superficie donde su experiencia es menor con respecto al asfalto.
* Foto: FIA ERC