WRC | Rally Monte Carlo
Desde la marcha de Sebastien Ogier a finales de 2018, en M-Sport los objetivos pasaron a ser otros bien distintos. Fieles, junto a Ford, su presencia en el Campeonato del Mundo es tan elogiable como necesaria.
En cualquier caso, cabe decir que su actuación en el Rally Monte Carlo 2021 ha sido la menos productiva en más de 30 años. De hecho, hay que remontarse a la edición de 1990 –obviando las puntuables para el IRC donde, por cierto, ganaron en 2010- para no ver a ningún Ford entre los 10 primeros clasificados.
En esta ocasión, Gus Greensmith fue octavo y primer Ford en la meta de Mónaco. Completó el recorrido invirtiendo más de 8 minutos respecto al ganador de la prueba. Un mundo que, además, vio al británico comprobar cómo algunos R5 eran más rápidos que su WRC en varios de los 14 tramos celebrados.
Uno de ellos fue el de su compañero de equipo, Adrien Fourmaux. El vencedor del último ‘Islas Canarias’ mostró todo su potencial en WRC2 y, de no ser por algún inconveniente, hubiese plantado batalla a un Andreas Mikkelsen (Skoda) que se impuso en este apartado.
El francés acabó noveno, es decir, a espaldas de su compañero y con menos de un minuto de margen entre ambos. Fueron los dos únicos Ford entre los diez primeros clasificados, una catástrofe para una marca con tanta historia en el WRC.
Sí que hubo un destello, eso sí, rápido y fugaz. Teemu Suninen se encontraba en la pomada en los tiempos parciales de la primera prueba especial celebrada el pasado jueves, aunque no pudo llegar a la meta tras una fuerte salida de carretera.
¿Y ahora? En M-Sport han de dirimir qué escuadra formar en sus próximas salidas. Un piloto del presente con guiños al futuro como Teemu Suninen, una apuesta que llama a la puerta como Adrien Fourmaux o, por último, lo que pueda aportar –en múltiples sentidos- Gus Greensmith. Tarea complicada…