Son, han sido y serán una de las parejas más reconocidas de este mundillo de los rallies. Con más de veinte años de trayectoria juntos, comenzando a trabajar juntos en 1998, su relación laboral terminaba tras las declaraciones de ambos en redes sociales.
Su primera vez fue en un Rally National Epernay Vins de Champagne, cuando un joven Sebastien Loeb comenzaba su segunda temporada, esta vez a los mandos de un Citroën Saxo Kit Car.
Durante todos estos años han participado en más de 200 rallies juntos, contando 96 de ellas como victorias absolutas. Prácticamente un 42% de sus participaciones se cuentan por victorias, una cifra que habla por sí sola de que estamos ante una de las parejas más laureadas de la historia. Juntos la cifra de abandonos es muy pequeña. Sólo 32 en 229 carreras, lo que implica apenas un 14%.
Tras unos últimos años compaginando programas parciales con Hyundai en el WRC con participaciones en el Dakar, este año se centrarían únicamente en la prueba más dura del mundo con un equipo nuevo, BRX y Prodrive.
Precisamente, en un vídeo que subió Elena a sus redes sociales, deja bien claro que es precisamente Prodrive quien insta a Loeb a cambiar de copiloto, alegando falta de experiencia y muchos errores en la edición del Dakar de este mismo año.
El copiloto se despachaba a gusto, aunque no contra el que ha sido su piloto todos estos años, si no contra Prodrive y, en particular, contra David Richards. “Y a los ingleses pues…equipo Prodrive, todavía no han entendido nada. En 2005, el jefe de este equipo hizo que quitaran el nombre de los copilotos de los coches. Yo luché durante años para recuperarlos, así que sé que esta guerra no ha terminado. Los ingleses ganaron contra Francia la Guerra de los Cien Años, pero yo soy monegasco, lo siento. La guerra no ha terminado.”