World Rally Championship
De sobra conocida es la situación que están viviendo Rusia y Ucrania, en una guerra abierta que ha azotado la “estabilidad” mundial en los últimos meses.
La sanciones de países de la OTAN o de la UE no tardaron en aparecer, afectando a empresas y, en lo que nos interesa ahora, a los deportistas rusos. En un primer momento, tuvieron que competir bajo bandera neutral y, aun así, no se les aseguraba nada.
Este es el caso de Nikolay Gryazin. El ruso, que planteaba este año un programa intenso como viene siendo habitual para él y su equipo, ha tenido que ir cancelando algunas de sus participaciones por motivos políticos o, si lo preferimos, burocráticos.
“No hay que mezclar la política con el deporte” es una frase muy utilizada, aunque yo soy de los que considera que es imposible porque, absolutamente todo en la vida es política.
El piloto ruso quiso estar en al próxima cita del Mundial de Rallies en Estonia, pero el gobierno no le ha permitido la entrada para competir. Al menos, Gryazin no ha estado parado, pues ha acudido a las dos últimas citas del nacional italiano, cosechando dos victorias importantes para llevar una buena sintonía a su próxima prueba, el Rally de Finlandia.