Según informa el portal Motorsport, en el accidente de Alonso en el GP de Australia se rompió el asiento a la altura de los hombros. Para esclarecer los motivos que propiciaron el accidente y determinar qué es lo que sucedió exactamente, la FIA ha puesto en marcha una investigación. Las nuevas cámaras de alta definición instaladas en los coches, permitirán a los técnicos en seguridad de la FIA analizar en detalle lo sucedido.
Los asientos y la célula de seguridad la construye cada equipo con las indicaciones de la FIA. Pesa alrededor de sólo un kilo y es una cáscara que envuelve el cuerpo y lo separa del resto de la célula de seguridad. Al inicio de cada temporada, el piloto deja su huella en una bolsa rellena de una espuma caliente. Con ese contorno único, y a través del corte con láser, se fabrica la pieza final, una fina lámina de fibra de carbono, que sirve para toda la temporada.
Alonso, que salió prácticamente ileso en Melbourne con su McLaren MP4-31, acabó con un golpe en la rodilla y un labio herido, nada más, aunque el terrible accidente le ha costado el motor y la transmisión del McLaren, mientras que el chasis del MP4-31 parece que se podrá reparar a pesar de los repetidos vuelcos que precedieron al impacto final contra las barreras en la curva 3.
El piloto español sigue guardando reposo y todavía se desconoce si podrá estar a punto y totalmente recuperado para poder correr en el próximo GP de Bahrein, a la espera de un comunicado oficial por parte de la escudería McLaren.
FOTO: FÓRMULA 1