No podía faltar. La colección ‘Cascos Grandes Premios’ de Spark Editions luce en su sexta entrega uno de los elementos más significativos de la historia de la Fórmula 1. En 1995 Michael Schumacher estrenaba su condición de campeón del mundo, iniciando así una historia que le convirtió en el más laureado de la categoría. La miniatura en cuestión rememora aquella temporada.
En 1994 el piloto alemán se convertía en campeón del mundo por primera vez. Por el camino había quedado Ayrton Senna, que unos meses antes perdía la vida en Imola. Schumi batalló a partir de entonces con Damon Hill, al que golpeaba en una controvertida acción en Adelaida -última carrera del año- para hacerse automáticamente con el título. La velocidad, los títulos y las acciones polémicas siempre acompañaron al alemán a lo largo de su brillante carrera en la Fórmula 1.
Pero a nadie le cabía la menor duda. Sin Senna en la pista, Schumacher era el más rápido, algo que se encargó de demostrar en los años posteriores. El título de 1995 fue más fácil que el del curso anterior. Logró nueve victorias, sobre 11 podios totales, y consiguió el entorchado de manera matemática después de 102 puntos.
El alemán empezó ganando en Brasil, pero las victorias de Hill en Argentina e Italia parecían indicar que la temporada no sería fácil. Pero el de Benetton-Renault tenía la confianza suficiente como para revertir la situación y tanto en España como en Mónaco volvió a subir a lo más alto.
Cuando Damon volvió a ganar en Hungría ya corría el mes de agosto, un triunfo que en ese momento parecía llegar tarde, demasiado. Antes, Michael había vuelto a subir al primer lugar en Francia y en su propio país. El alemán certificaba su segundo título consecutivo con tres victorias consecutivas en la recta final, las correspondientes a los grandes premios de Europa, Pacífico y Japón; Damon Hill sumó una más para cerrar el año y confirmar su subcampeonato.
Junto a Michael Schumacher, Benetton-Renault también se llevó el título de Constructores, una escuadra que entonces estaba dirigida por el exitoso cazatalentos Flavio Briatore.
La miniatura: Bell M3
Para celebrar su primer título de campeón del mundo, Schumacher no realizó excesivos cambios en su casco de la merca Bell. Es más, su diseño personal se caracterizaba por la sencillez del conjunto.
La base era de color blanco. La visera en color negro asumía el color negro de la bandera alemana que, para completarse, añadía el color rojo a los laterales y el amarillo en la zona posterior.
La miniatura de la colección ‘Cascos Grandes Premios’ de Spark Editions refleja fielmente los patrocinadores del equipo, además de los personales, de una manera espectacular: Mild Seven, Renault y Elf por un lado, así como TechnoGym y Sonax por otro, se combinan con el nombre del piloto, ‘M. Schumahcer’, a ambos lados. La zona superior recibe un conjunto de estrellas sobre fondo azul que, por aquel entonces, caracterizaban los diseños de los cascos del piloto alemán.
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