La normativa de emisiones EU6 prevista para 2014 ya no es un secreto para Audi. En 2009 lanzó el Q7 con un sistema de tecnología diesel más limpia para su motor 3.0 TDI, con el que se logró reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno. Posteriormente siguió el mismo camino la gama A4, A6 y A7 Sportback.
Estas versiones clean diesel introducen una serie de mejoras para reducir las emisiones nocivas de óxidos de nitrógeno e hidrocarburos sin quemar. En una primera fase estas mejoras consisten en modificaciones en el sistema de recirculación de gases de escape, la adopción de un sistema de regulación integral de la presión en los cilindros y la optimización del sistema de sobrealimentación. Aunque el protagonista absoluto del sistema clean diesel de Audi es un catalizador específico junto con un aditivo para la depuración de los gases de escape denominado AdBlue. Este conjunto de medidas no modifican las potencia final ni las prestaciones, y tampoco afectan al consumo del vehículo, que incluso mejora en algunas versiones.
Adicionalmente al catalizador de oxidación y al filtro de partículas diesel que incorporan los motores TDI de Audi, el motor 3.0 TDI en su variante clean diesel añade un catalizador SCR especial encargado de neutralizar los óxidos de nitrógeno. Para ello, se inyecta en los gases de escape, justo antes de su entrada a este catalizador especial, un aditivo acuoso llamado AdBlue, que al entrar en contacto con los gases de escape a elevada temperatura se transforma en amoniaco, produciéndose una reacción química que disgrega los óxidos de nitrógeno en nitrógeno y agua. El AdBlue es un agente reductor biodegradable completamente inofensivo, consistente en una solución al 32,5% de urea y agua; no resulta tóxico ni inflamable.
El aditivo AdBlue se almacena en uno o dos depósitos (en función del modelo) adicionales al depósito convencional de combustible, que no ve alterada su capacidad, al aprovecharse para el depósito principal de AdBlue la zona de los bajos del vehículo. El/los dos depósitos de AdBlue, conectados entre sí, suman una capacidad de unos 23 litros de agente reductor, y su repostaje se puede realizar mediante una toma y un manguito adicional junto a la boca de llenado para el depósito de combustible del motor.
Los depósitos de AdBlue se cargan en el servicio oficial coincidiendo con las operaciones de mantenimiento programadas. Cuando la cantidad de AdBlue desciende por debajo de un nivel específico, el conductor recibe una serie de avisos en el cuadro de instrumentos, con una primera indicación cuando queda agente reductor para 2.400 kilómetros. En caso necesario, el propio usuario puede utilizar envases de repostaje de 1,9 litros de capacidad –disponibles en concesionarios Audi o en gasolineras correspondientemente identificadas– para añadir AdBlue mediante un adaptador específico.
El último modelo en sumarse a la gama de versiones clean diesel de Audi es el nuevo A8 3.0 TDI clean diesel quattro, que se ofrece como alternativa sobre el motor de más volumen en el mercado español en la gama A8, el 3.0 TDI de 250 CV, y tanto en versiones de carrocería corta como en el A8 L. Como en el resto de versiones clean diesel de Audi, el A8 con este motor no sufre variaciones en prestaciones ni en consumo respecto al 3.0 TDI.
Texto y fotos: Comunicado