Dos iconos en uno. Así podríamos definir esta nueva entrega de la colección ‘Grandes coches de rally’ de Altaya. El Audi Quattro de comienzos de los años 80 y a su volante toda una inspiración para muchos practicantes de este deporte: Michèle Mouton. Con ellos viajamos hasta el Rallye Sanremo de 1981.
Para muchos, especialmente para los más jóvenes, el ‘Sanremo’ es algo del pasado, no en vano, no forma parte del WRC desde comienzos del actual siglo. Pero hasta entonces, la prueba italiana fue una de las más auténticas de todo el campeonato mundial. Su carácter mixto, la pasión de sus seguidores, su ubicación en el calendario… Todos los ingredientes lo hacían muy especial. Su dureza se intuye, con el paso del tiempo, al echar un ojo a su recorrido: ¡61 tramos cronometrados!
Uno podría intuir que era una cita de regularidad más que de velocidad, pero lo cierto es que era realmente lo segundo. En cualquier caso, Michèle Mouton jugó un poco en esas dos bandas para subir a lo más alto y, con ello, escribir una página para la historia.
Esperó paciente su momento mientras veía caer a pilotos como Walter Röhrl –esa temporada como vigente campeón del mundo- o Michele Cinotto. El alemán lideró las ocho primeras pruebas especiales hasta que tuvo que abandonar con su Porsche 911 SC, tomando el testigo el italiano de Audi… hasta que se salió antes de llegar al ecuador de la prueba.
Con Mikkola en el primero de los Audi sufriendo diferentes averías y pinchazos, Mouton pasaba a encabezar la prueba en el tramo número 25. Nadie la apartó de lo más alto hasta que logró cubrir los 61 tramos cronometrados en cabeza.
El finlandés ganaba 30 de los 60 tramos celebrados –uno se canceló- por apenas nueve de la francesa que, aun así, fue la segunda con mejor cosecha. Fue un rallye muy repartido en cuanto a los mejores tiempos se refiere y, además, con vehículos muy variados: Cerrato (Fiat 131 Abarth), Röhrl (Porsche 911 SC), Bettega (Fiat 131 Abarth), Fassina (Opel Ascona 400), Cinotto (Audi Quattro), Toivonen (Talbot Sunbeam Lotus), Biasion (Opel Ascona 400), Vatanen (Ford Escort RS), Alen (Fiat 131 Abarth), Salonen (Datsun Violet) y Battistoli (Opel Ascona 400), además de los mencionados Mouton y Mikkola, lograron ganar alguna especial.
Clasificación Rallye Sanremo 1981
1. Mouton-Pons (Audi Quattro), 8h05:50
2. Toivonen-Gallagher (Talbot Sunbeam Lotus), a 3:25
3. Fassina-Rudy (Opel Ascona 400), a 6:18
El modelo
Esta versión que vio la luz en 1981 destacó, más que por su diseño, por su capacidad tecnológica y esa tracción quattro que aún hoy sigue siendo un pilar fundamental para Audi.
Una ocasión más, la colección ‘Grandes coches de rally’ de Altaya clava las proporciones de una carrocería pragmática. No hay ningún aditamento aerodinámico salvo el discreto alerón posterior. Tampoco ningún ensanche de vías y, salvo su característica parrilla frontal y lo que esconde su interior, poco dejaba intuir esta versión de lo que era capaz en cualquier tramo cronometrado.
En esta pieza de colección se ha logrado plasmar con acierto los diferentes espacios del Audi Quattro. Ópticas, paragolpes, llantas… En cuanto al diseño, responde de manera fiel al que emplearon Mouton-Pons hace casi 40 años para ganar en Italia. Esas franjas negras, grises y rojas que aportaban ese apunte de oficialidad se combinaban con las clásicas placas del Rallye Sanremo Trofeo Fiamm. ¿Patrocinadores? Apenas Audi y algunos socios colaborares, por lo que la imagen del coche es impoluta.
Mide 240 mm de largo -10 más que la versión S1 del Sanremo de 1985 que también figura en la colección-, 94 mm de ancho sin contar los retrovisores -12 mm menos que el S1- y 75 mm de alto –ocho más que su hermano menor-, es decir, unas cotas que demuestran la fase de evolución en la que se encontraba.
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