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"La pasión ha vuelto". Con este lema Toyota demuestra que vuelve a un segmento, el de los deportivos de raza, 
con la intención de mostrar músculo. Ese músculo tiene un nombre, GT86, y nace de su alianza con Subaru, cuya experiencia en motores bóxer y en el campo de los deportivos está mas que contrastada. Con 50 años de experiencia construyendo este tipo de vehículos, Toyota lleva trabajando en este nuevo producto desde 2.006, y define al GT86 como "un buen heredero".
Suma de diseño y eficacia
No sólo ha buscado prestaciones, Toyota ha querido que el GT 86 sea también una referencia aerodinámica. Sigue un concepto de diseño 'aero-intercalado', donde las fuerzas del aire se dirigen todas hacía el centro, es decir, a nivel frontal, lateral, superior... Esto, unido a su bajo centro de gravedad, le confieren un espectacular aspecto dinámico, según apunta la propia marca. Su techo 'pagoda' unido a un chasis que sigue un concepto similar, hacen que ofrezca un coeficiente aerodinámico de 0.27. Para llegar a esta cifra su alerón trasero con aletas estabilizadoras y el difusor inferior también ponen su granito de arena. Tiene un longitud de 4.240 mm, un ancho de 1.775 y un alto de 1.285, mientras que la distancia entre se fija en 2.570 mm.
En el diseño exterior se ha tenido en cuenta la posición del conductor, punto desde el que se ve cada una de las cuatro esquinas del GT86. Sigue el concepto 'Under Priority' ya visto en el Yaris Híbrido y el Prius+, además del 'Keen Look', aspecto éste centrado en la rejilla inferior y en los faros (HID) con descarga de alta densidad y luces Led diurnas, que seguirán empleando próximamente otros modelos de Toyota. Si bien cuenta con una capacidad amplia para personalizar el exterior y el interior, el GT86 cuenta con siete colores para la carrocería y llantas de 17” con neumáticos convencionales para el uso diario.
Interior
El conductor, y las sensaciones que debe percibir, han sido una fijación para Toyota. 
Por ello la disposición de cada uno de los elementos del interior han sido diseñadas pensando en él. El salpicadero cuenta con un diseño horizontal e incorpora una línea central que se refleja en el parabrisas. El panel cuenta con tres esferas, con el cuentarrevoluciones en posición central y en su interior un velocímetro digital. Esta ubicación también nos indica, mediante una luz roja, el momento ideal para cambiar de marcha. La visión que comentamos la obtenemos a través del volante, que tiene un radio de 365 mm, el más corto hasta ahora comercializado por Toyota.
Los asientos ergonómicos delanteros fueron probados en el Circuito de Nürburgring en un buen número de kilómetros, con el propósito de encontrar el compromiso ideal entre confort para largos trayectos y la sujeción idónea para una conducción deportiva. El GT86 los ofrece en cuero y alcántara o bien en tela antideslizante tipo ante.
En cuanto a los detalles deportivos de su interior encontramos el botón de puesta en marcha en la consola central, acabados en carbono, tapicería con costuras en color rojo y pedales de aluminio, entre otros. El GT86 incorpora de serie el sistema Toyota Touch.
Motor, cambio y dinámica
El peso en vacío del Toyota GT86 apenas supera los 1.200 kilos, su centro de gravedad se sitúa a 460 mm –al nivel del Porsche 911 y Ferrari 360- y su reparto de pesos es 53/47. Pero donde destaca 
por su novedad es en el propulsor. Es el primero con cilindros opuestos con tecnología D-4S, la cual combina la inyección directa e indirecta en función de las necesidades.
Este nuevo propulsor de cuatro cilindros opuestos y dos litros de cilindrada ofrece 200 CV de potencia, una cifra atractiva si tenemos en cuenta su condición atmosférica. Se denomina FA20, y nace de lo mejor del EJ20 y FB20 de Subaru, mejorando su cifra de potencia –a 7.000 rpm con 205 Nm de par- y sus emisiones, 160 g/km. Tanto el diámetro como la carrera del pistón es de 86 mm, un motor ‘cuadrado’ que también sirve para dar nombre al modelo, además del diámetro del orificio de los escapes. Por cierto, el sistema de evacuación de los gases cuenta con un resonador acústico que funciona mediante una membrana, y se conduce al habitáculo aportando nuevas sensaciones al conductor y los acompañantes.
A nivel de cambio puede equipar una caja manual de seis velocidades (TL70) –evolucionada del IS 200-, con un varillaje directo a cada uno de los piñones, aportando esa sensación racing gracias también al corto recorrido de la palanca. El cliente también puede optar por un cambio automático de seis velocidades –mejorado a partir del IS 250- con levas en el volante y calefactor de aceite para optimizar rápidamente la temperatura de la valvulina. Cuenta con un diferencial tipo Torsen de deslizamiento limitado con una relación de transmisión del 4.1%.
La suspensión es independiente en el GT86. La delantera es tipo McPherson, con soportes, muelles y estabilizadoras específicos, mientras que la trasera cuenta con un doble triángulo que equipara el confort y las prestaciones. De la misma manera, cada detalle de la suspensión posterior sigue una lectura específica para el GT86.
Dispone de varios asistentes para la ayuda a la conducción, como el ABS o el ABD, entre otros. Otros sistemas, como el control de tracción (TRC) o el control de estabilidad (VSC), pueden desconectarse total o parcialmente, según el gusto y experiencia al volante del conductor.
Su precio en Canarias es de 33.380 €.
Texto: Javier Viera | Fotos: Gustavo Alonso y MotoraDiario.com
